Con el motor de combustión interna que ha impulsado a la humanidad desde finales del siglo XIX sucede algo curioso. Toda clase de ambientalistas y expertos lo culpan hasta de los terremotos y la caída de la bolsa de valores. Hay regulaciones en diversos países que aseguran que estarán prohibidos a partir de “tal año” y etcétera. Sin embargo, aún no hay nada que lo supere en eficiencia y no se ve en el corto plazo. Aun así, hay quienes ya lo dan por muerto. Pero, podemos parafrasear a Paul McCartney: “Estoy vivo, bien y no me preocupan los rumores acerca de mi muerte. Pero si estuviera muerto, sería el último en enterarme”.
Con el motor de combustión interna sucede algo parecido y nunca ha estado más vivo que la joya que impulsa al nuevo M2. Un seis cilindros en línea (especialidad de la marca) de tres litros de desplazamiento y alimentado a presión por dos turbocargadores. Pone a disposición del afortunado detrás del volante 453 caballos de fuerza. Para administrar ese poder, BMW da la opción de una transmisión M Steptronic automática de ocho cambios. O una clásica manual de seis, demostrando así que el legado de 50 años de M Motorsport continúa vivo. Los números son impresionantes: los 100 km/h se alcanzan en 4.1 segundos con la transmisión Steptronic y en 4.3 si hacemos los cambios a mano.
El nuevo M2 ofrece una experiencia de manejo lo más purista y emocionante posible. Para ello los asientos con apoyacabezas integrados y de diseño específico para el M2 son una parte importante, ya que son nuestra interfase con el chasis, particularmente el eje posterior, que es el que lleva la motricidad; el volante se encarga de darnos una detallada reseña de lo que hace el eje frontal y eso es parte de lo que hace tan especial a un auto desarrollado por la división M de la firma bávara.
Bloqueo del 100%
Tales prestaciones pueden ser domadas por medio de habilidad al volante y con ayuda de las asistencias activas a la conducción, como el M Traction Control y el M Active Differential que permite un bloqueo hasta del 100% en caso necesario; igualmente se incluyen los amortiguadores electrónicamente ajustables que componen la suspensión M, la dirección M Servotronic asistida eléctricamente y de radio variable con la velocidad. El control dinámico de estabilidad DSC (Dynamic Stability Control) incluye un modo M Dynamic para manejo en pista y frenos M Compound con ABS y pinzas de seis pistones al frente, flotantes de uno solo atrás; es decir, detenerse no es un problema.
Tampoco lo es estar confortable y enterado de todo lo que sucede en el M2, ya que de serie se incluye un control climático de tres zonas, panel BMW Live Cockpit Plus que incluye el navegador BMW Maps iluminación ambiental y un sistema de audio de alta fidelidad.
Para seguridad adicional, múltiples sistemas nos informan sobre el entorno: Front Collision Warning, Speed Limit Display con indicador de no rebasar, Lane Departure Warning y Park Distance Control, todos estos dispositivos vienen de serie. Opcionalmente los Driving Assistant, Active Cruise Control con función Stop & Go y el sistema Parking Assistant con Reversing Assistant. La carrocería tipo coupé ha sido rediseñada con formas angulosas y musculares, continuando con la controvertida dirección que el diseño en BMW ha llevado recientemente; lo que es una realidad es que el M2 definitivamente no nos permite ignorarlo, es retador y tan deportivo en apariencia como lo es en realidad. Congruencia.