Breitling está dando una lección magistral de cómo recuperar piezas vintage sin caer en el aburrimiento. Y Georges Kern se baja del Bentley y se sube a manejar el salvaje coche musculoso americano de los años 60. La nueva colección se llama Top Time Classic Cars. Ahora podemos entender mejor la razón por la cual Breitling anunció recientemente que terminaba su matrimonio histórico con Bentley cuando incluso se presentó una edición especial este año. Tres nuevos ases bajo la manga: Chevrolet Corvette, Ford Mustang y el Shelby Cobra.
El binomio auto y reloj, o viceversa, nunca falla. Y la redefinición del “gentleman” que de algún modo esboza y amplía Kern en sus presentaciones queda clara por los atributos que destaca en estos tres nuevos cronógrafos. “Lujo casual, inclusivo y sostenible”, declaraba el CEO de Breitling. Top Time Classic Cars recupera el espíritu libre de los años 60 con un toque retromoderno —“colección cápsula”, un término que acuña la marca para señalar que no son piezas limitadas, pero sí de producción más controlada o restringida—.
Vitalismo vintage
Top Time es, probablemente, el sello que mejor representa el espíritu rejuvenecido de Breitling en esta nueva etapa que comenzó con la llegada de Georges Kern. Del legado histórico de la firma se recuperó aquella pieza con “la esfera del Zorro” y luego vimos el Top Time Deus lanzado con la firma australiana Deus Ex Machina. Top Time Classic Cars presenta tres nuevos cronógrafos vintage desbordantes de colores y detalles llamativos, con correas de piel y un claro acento juvenil dominante, donde no se olvida el logo de los históricos carros bien representados —un gesto de branding que tanto gusta hoy en día en marcas de lujo—.
Hormonas masculinas
Aquí el nuevo #squad son los tres carros clásicos legendarios, verdaderos protagonistas junto a los guardatiempos. Y cada reloj toma inspiración de las formas y colores de los respectivos autos. El Top Time Corvette se presenta en colores rojo y negro. Aquel famoso Corvette C2 fue apodado “Sting Gray”. Y la curiosidad histórica de saber que el fabricante Louis Chevrolet fue un piloto suizo que nació en La Chaux-de-Fonds. La pieza con el sello del Ford Mustang, en cambio, es verde y marrón. Un carro que se convirtió en icono cuando las estrellas del rock y los actores de Hollywood se sentaban al volante en el último lustro de los 60. Y la trilogía se completa con el Shelby Cobra en azul y marrón. Un reloj que representa aquel diseño clásico británico con la ingeniería americana para circuitos de competición de Carrol Shelby, vencedor en Le Mans.
En caja de acero de 42 mm, las versiones Chevrolet Corvette y Ford Mustang albergan el Calibre 25 de Breitling con certificación COSC. Ambos ofrecen una escala taquimétrica y tres contadores negros en contraste. Los logotipos de los automóviles lucen a las 12 horas. Y dentro del Top Time Shelby Cobra, un poco más pequeño con 40 mm, late el Calibre 41 Breitling también con certificado COSC.
Cronógrafos automáticos fiables donde luce, sobre todo, el diseño atractivo. “Se trata del viaje, no de la velocidad. Y esto es así tanto si andas trasteando debajo del capó como si sales a la carretera a dar un paseo un domingo y a disfrutar de estas hermosas máquinas”, afirma Georges Kern. Hormonas masculinas de “retrojuventud”.