Al igual que el fútbol, la relojería teje un fascinante y delicado equilibrio entre la pasión amateur y el negocio venal. Presume de los primeros, aunque vive de lo segundo. Afición y negocio a menudo se repelen, siempre se retroalimentan. Esta dicotomía que tan bien representa al negocio relojero tiene su lógica traslación en el campo de las redes sociales. Lógica y un tanto dramática, donde la omnipresencia de las celebrities entorpece la clara distinción de la línea que separa afición y negocios.
Quizás sea la sobreexposición a esta visión interesada de la relojería la causa de la sorpresa que nos causa dar con un aficionado de pura raza. La misma sorpresa que él encuentra cuando le comentamos nuestro deseo de entrevistarle. Y pasión, la misma que le lleva a subir una foto y a pasar al menos una hora cada día en Instagram buscando relojes. “Y eso antes le dedicaba mucho más tiempo, ahora más complicado con un bebé de ocho meses”. Quien habla es Pedro Neto, más conocido como Detroitwatchguy entre los más de 32,500 seguidores que le siguen. A Neto le encantan los relojes, aunque no vive de ellos. “Trabajo en el mundo de la automoción. De hecho, la relojería es una afición desde el momento que gasto en ella mucho más dinero del que obtengo”.
Neto, brasileño de nacimiento y actualmente residiendo en Estados Unidos, reconoce que su interés por los relojes comenzó en la adolescencia. Interés que ha ido creciendo hasta convertirse “en una enfermedad” desde hace unos doce años. Así lo demuestra en sus instantáneas, entre las cuales observamos algunas piezas fijas entre la gran cantidad de relojes que fotografía. “Ahora mismo mi pieza más amada es un Urwerk UR-103T. Tiene todo lo que puede desear un coleccionista para que alcanzar el Nirvana relojero”.
Amor por los independientes
Y son precisamente firmas independientes como Urwerk a las que Neto dedica más espacio en la cuenta Detroitwatchguy. F.P. Journe, Ophion, Laine son otros habituales; y también las numerosas firmas estadounidenses que están surgiendo en los últimos años. “Es verdad que la relojería de Estados Unidos está resurgiendo. Bremoir, Haim, Martenero o Detroit Watch Co. son algunas de estas pequeñas casas que están haciendo un trabajo fantástico”.
Más allá de calidad de sus piezas, que la tienen, si hay un aspecto que llama la atención de Detroitwatchguy es su capacidad para incluir su pasión en ese diario gráfico en el que se ha convertido su cuenta. Sus viajes, sus paseos en familia o las instantáneas de las calles de su ciudad se integran de manera natural y apasionada con su amor por los relojes. “Lo más divertido es que abrí la cuenta e Instagram en 2014 a petición de mi mujer para capturar mis progresos en fitness, pero pronto quedó inundada de relojes. Fue un proceso de los más natural”. Un cambio perfectamente entendible por todos los aficionados.