La elegancia clásica es uno de los atributos que han definido a Frédérique Constant a lo largo de casi tres décadas de historia. Gracias a su calidad, materiales y ejecución (cada reloj es ensamblado a mano), la firma puede garantizar máxima calidad, no sólo en términos de mecánica, sino de estética, lo que le ha otorgado un aura de lujo tradicional única.
Hoy la firma renueva esta herencia visual con una serie de nuevos modelos pertenecientes a su colección Classic Quartz, una de las más populares de la compañía. Dicha modernización abarca dos series: la FC-225 y la FC-259, cada una compuesta por tres piezas con un espíritu único.
En cuanto a los guardatiempos FC-225, estos encarnan toda la clase y sofisticación de Frédérique Constant. Están dotados con decoración Clou de París, ventanilla de día y fecha a las 3 horas, todo en una clásica caja de 40 mm declinada en acero inoxidable pulido color plata o chapado de oro amarillo. Además poseen cristal convexo de zafiro, hermeticidad de 50 m, funciones de horas y minutos, carátulas en tono plata o negro, movimiento de cuarzo Calibre FC-225 y correas en color negro o marrón oscuro.
Por su parte, la triada que conforma la seria FC-259 tiene un aire irreverente, gracias a sus esferas en colores azul o plata, dos contadores colocados a las 3 y 9 h, así como sus sencillos índices aplicados. Igual que su contraparte, la caja de 40 mm está fabricada en acero inoxidable con una variación chapada en oro amarillo.
Funciones de horas, minutos y fecha, agujas en oro amarillo o plata pulida, movimiento de cuarzo Calibre FC-259 y tres correas de piel en colores negro, marrón claro y marrón oscuro.