Walter E. Volpers, director de producto de IWC Schaffhausen, habla perfectamente español por su ascendencia colombiana. Pasó años de su adolescencia en México ante de aterrizar en Suiza. Estudió física en la Universidad de Basilea, seguido de una pasantía en el Taller de capacitación para mecánica de Allgemeine Gewerbeschule Basel como instalador mecánico y diseñador técnico. Luego, Walter obtuvo un diploma en ingeniería industrial en el Instituto de Tecnología y Gestión de Basilea. Con él descubrimos las claves del nuevo Ingenieur Automático 40 que la firma de Schaffhausen presentó este año en Watches & Wonders como gran estrella.
—Ingenieur es el protagonista del año para IWC Schaffhausen.
—Sí. La idea original del primer Ingenieur estaba basada en la tecnología y diseño. En aquel entonces, Genta era un diseñador freelance que contratamos en los años 70. Y lo lanzamos con un diseño muy escultural que muestran las cualidades que podemos alcanzar en nuestra producción. Se lanza en una caja superestética con mucha ingeniería, por ejemplo, el bisel usa tornillos funcionales que fijan el cristal con la caja central y la luneta. Es una caja de tres piezas. Antes no había tornillos, había huecos y la caja estaba atornillada, enroscada. Ahora la construcción es muy diferente. También el brazalete ahora está integrado en la caja, antes la caja salía y había una nariz, que ahora está dentro. Es mucho más ergonómico y el brazalete cae sobre la muñeca. Es más flexible.
—¿Qué calibre monta la nueva pieza?
—Un motor interesante con el calibre 32000 automático de tres agujas con 120 horas de reserva de marcha. Es un calibre de manufactura que lo hemos usado en el Mark XVII, el Portofino, pero ahora con más reserva de marcha.
—¿Por qué ahora esta reedición? ¿Se debe a que cuentan con la nueva manufactura y más capacidad?
—Sí, tenemos la tecnología interna y, de hecho, las cajas estás producidas al 100% por nosotros en la manufactura. Pero el motivo no es solo esto. Tenemos sistema de manejo de benchmarking, análisis, ciclos de vida de producto… que nos permite seguir el mercado en vivo y decidir qué momento es ideal para lanzar un producto. De acuerdo con nuestros análisis y estudios, ha sido el año perfecto para traer un reloj de este nivel.
La certeza del diseño y la verdad de los colores
—Hay nuevos colores, como el Aqua, y el año pasado también trabajaron el Pilot con cerámica a color, pero no se han vuelto locos con infinitos colores. ¿Por qué vivimos la era del color en relojería ahora, los necesitamos tras la oscura pandemia?
—Igual tiene mucho sentido después de unos años tan tristes, se necesite un poco de color y está funcionando tan bien el color. Desde mi punto de vista, el mundo de la relojería y el lujo antes estaba muy limitado a la gente que tenía acceso a ello y el poder adquisitivo, pero ahora la “fashionability” o moda está entrando fuertemente. La gente tiene hoy muchas ganas de expresarse de diferentes formas. Y el reloj es una forma de expresión, ayuda como la vestimenta, los zapatos, la correas o cualquier cosa. Por eso creo que están de moda los colores, también se trata de llamar un poco la atención. Tenemos piezas de Ceratanium con correas naranjas, amarillas, azul que las puedes ver desde lejos. Por otra parte, las redes sociales y la tecnología como Instagram, donde se trata de enseñar perfectas fotos, apoya esa idea de tener un reloj y que todo se vea impresionante. Los colores ayudan mucho.
—Hay mucho interés ahora en reediciones vintage. Pero Ingenieur se ha renovado por completo. ¿No pensaron en lanzar un diseño más fiel, o alguna edición original limitada?
—El desarrollo de este reloj comenzó hace cuatro o tres años y medio. Y esa fue la pregunta principal. ¿Cómo lanzamos el Ingenieur al mercado otra vez? ¿Clásico, vintage y copia de los años 70, o traemos el pasado al futuro? Es una decisión difícil y de la filosofía de IWC. Somos una compañía que somos conocidos por ingeniería, innovación, tecnología y lo que tratamos de hacer obviamente es traer un icono del pasado al futuro con mejor tecnología y nuevos métodos de definición para decorar la caja, el brazalete. Si te fijas, es una decoración supercomplicada. Por ejemplo, los primeros eslabones del brazalete están cerrados, lo que nos permite exhibir más diseño y técnica. Todo esto exige una tecnología que antes no existía y no se hubiera podido hacer. Esto nos gusta mucho a nosotros. Trabajar con nueva tecnología y materiales para traer una pieza icónica al presente o llevarlo al futuro.
Búsqueda del reloj perfecto
—Tienen tecnología avanzada, como el Shock-Absorber XLP, pero luego ves en la calle más Pilot. Una marca debe ir por delante del marcado en innovación y desarrollo. ¿Pero realmente cómo se planeta en IWC, le interesa esto al cliente?
—Es un proceso que lleva bastante tiempo. Oímos mucho al cliente y piden y exigen. No siempre podemos entregar a un cliente lo que ellos desean. Pero tenemos nuestro plan de desarrollo y contamos con un equipo, que llamamos “experimental”, donde nos hacemos las principales preguntas de la industria relojera. Por ejemplo, ¿cuánto puede aguantar un movimiento cuando es golpeado en la vida cotidiana, o algo especial de un piloto de avión? Entonces es una combinación de lo que necesita el mercado, oírlo bien, y de nuestras innovaciones. Para IWC la innovación es muy importante. Somos innovadores en materiales, movimientos, complicaciones. Todo esto lleva tiempo y hay que preguntarse cuándo lanzar o qué línea. Es algo muy estratégico y especial de IWC. Tenemos varias líneas que nos permiten llevar las innovaciones a los mundos específicos del Portugieser, Pilot, Aquatimer… y podemos jugar con la interpretación de la innovación. Tenemos un área de desarrollo que sólo se pregunta cosas del futuro, pero tenemos un departamento que responde a las necesidades de los clientes. Lo difícil es combinar los dos. El desarrollo que no está listo cuando el mercado lo pide, o el desarrollo que ya pasó cuando el mercado no lo pedía.
—Descubrir algo nuevo pero que el mercado no esté preparado.
—Hay que encontrar el momento adecuado para presentar esa innovación y buscar el éxito definitivamente.
—Como director técnico de producto, ¿cuál sería para ti el reloj perfecto de IWC?
—Si hablo con el corazón de producción, el desafío más grande es hacer un reloj en cantidades enormes que no cueste nada por la economía de escala. Eso indica que tanto la construcción como la producción y la tecnología están perfectamente en balance porque mientras más haga, menos cuesta. Es el momento perfecto de la producción. Y cuando construimos un reloj o una caja, siempre pensamos en grandes cantidades. Pero esto no es romántico ni emocional, es aburrido. Es perfecto y la perfección tiende a ser aburrida. Se necesita un poco de imperfección en el diseño y todo lo demás. Podría comprar cualquier reloj de IWC y me fascinaría. Definitivamente el Ingenieur que lanzamos este año es casi perfecto para mí. Y es una de las piezas más bonitas que hemos fabricado en los últimos diez o quince años. Me fascina la pieza en titanio, el material, y el color que tiene. Representa todo lo que es IWC. Diseño, tecnología, innovación, materiales… Creo que sería la pieza indicada, respondiendo a tu pregunta. Habrá que ver si me la puedo comprar [risas], le voy a decir a la esposa. Como dicen, es mejor pedir perdón que pedir permiso.
El nuevo Top Gun “Oceana”, lanzado en la pasada edición de Watches & Wonders 2023.