Con la misma alegría de quien se reencuentra con un viejo amigo al que no ve desde hace tiempo, solo podemos agradecer la decisión de Jaeger-LeCoultre de recuperar en su catálogo la colección Duometre, entre ellos este Quantieme Lunaire. Y puntualizamos colección porque no ha sido un modelo, sino tres los presentados en esta sorpresiva y sugerente resurgimiento.
El concepto Duometre fue lanzado en 2007, época de gran efervescencia creativa por parte de Jaeger-LeCoultre. La manufactura quería con esta tecnología superar los tradicionales problemas inherentes al control de la precisión de los mecanismos relojeros. Para ello, inspirado en un antiguo reloj de 1881, desarrolló un movimiento dotado de un doble sistema de energía y transmisión. Cada sistema, formado por su propia barrilete y tren de rodaje, se dedicaría a una función específica del calibre. Uno se usaría en la indicación horaria y el otro para las funciones. Lo interesante en el caso del Duometre es que ambos sistemas compartirían un mismo escape y órgano regulador.
Primera versión en acero
El Duometre obtuvo un incuestionable reconocimiento por parte de los aficionados y prensa especializada gracias a sus incuestionables valores técnicos y estéticos. La puesta al día de la colección es una buena noticia, tanto por su valor simbólico como por las mejoras que conviven en esta segunda generación del Duometre. Centrados en el modelo que analizamos en esta página, el Jaeger-LeCoultre Duometre Quantieme Lunaire, su característica más importante es que el primer Duometre realizado en acero. Una elección que sin duda permitirá disfrutar de él a un mayor número de aficionados.
El Duometre Quantieme Lunaire usa el mismo Calibre 381 que el empleado en la primera entrega del modelo, lanzado en 2010, a los tres años de la inauguración de la colección. Como indicábamos más arriba, la particularidad del Calibre 381 es su doble sistema de energía y transmisión, los cuales comparten un mismo órgano regulador. Esta unión aparece representada en el exterior por medio de un contador fulminante con una aguja que completa una vuelta cada segundo con intervalos de 1/6, según la frecuencia de 21,600 alternancias del órgano regulador.
El movimiento se mantiene prácticamente igual, aunque hay importantes cambios en el plano estético, todos centrados en la simplificación de la propuesta. Comenzamos por la caja, de 42.5 milímetros, completamente nueva e inspirada en los relojes de bolsillo savonette creados por la Maison en el siglo XIX. La carátula también se aligera respecto a la versión de hace catorce años. Realizada en azul y acabado soleil, desaparecen los remarcados realces y aperturas para ver el mecanismo.
Presentación más simple
También se ha simplificado el contador de fecha y fases lunares, en el cual ya no encontramos la segunda aguja de indicación de edad lunar en ambos hemisferios. Menos información, pero mostrada de un modo más claro y moderno, gracias en gran medida al efecto visual creado por su cristal de zafiro de tipo glassbox.
Sin entrar en el terreno de las grandes complicaciones, el Duometre Quantieme Lunaire es un reloj para amantes de la precisión, cuya original mecánica queda bien plasmada en una carátula original y de aire retro. Esa diferencia del reloj se palpa mejor en vivo, cuando vemos el segundero fulminante moverse de manera frenética. Su fabricación en fabricación en acero lo convierte en la opción más accesible de esta renovada colección, que también cuenta con versiones cronógrafo y el espectacular Heliotourbillon, versión mejorada del icónico Spherotourbillon.
FICHA TÉCNICA
JAEGER-LECOULTRE DUOMETRE QUANTIEME LUNAIRE