La firma relojera da la bienvenida al 74º Festival Internacional de Cine de la Bienal de Venecia con una colección de relojes exclusiva. Jaeger-LeCoultre es patrocinadora oficial de la muestra desde hace más de una década. Esta año ha lanzado tres relojes Rendez-Vous edición especial para celebrar el cine.
Pensados para complacer la estética femenina, los nuevos Rendez-Vous expresan tres etapas distintas del enamoramiento: seducción, romance y amor. Cada una de estas emociones es representada por tres modelos de seria limitada de ocho ejemplares cada uno.
El Rendez-Vous Sonatina Large de oro rosa, modelo recién incorporado a la línea femenina de la casa, presume complicaciones dedicadas a las mujeres soñadoras, como una estrella ajustable a través de la corona que indica la próxima cita mediante un delicado tintineo. El suave sonido se complementa con la indicación día/noche, ubicada a las 6 h, en una apertura que adopta la forma de las flores pintadas en la esfera. Con un calibre automático Jaeger-LeCoultre 735, esta pieza tiene caja de 38.2 mm de diámetro. Estas cualidades se repiten en las otras dos versiones.
Además, el ingenio de los artesanos fue puesto a prueba en estos relojes, que plasmaron sobre los relojes técnicas como la decoración guilloché, la pintura sobre nácar y el engaste de piedras preciosas. Por ejemplo, la esfera de este modelo está compuesta por una pieza de nácar cubierta con una capa de pintura ligeramente coloreada, la cual ofrece reflejos tornasol. Además, por primera vez en la historia se realizaron pinturas miniatura sobre la madreperla. Una pequeña obra de arte.
Otro de los modelos, Rendez-Vous Romance representa el idilio con un martín pescador posado sobre la rama de un cerezo en flor. Símbolo de paz y prosperidad, dicha ave, con plumaje azul y naranja, luce majestuosa en la carátula, mientras que el cerezo en flor representa los momentos más importantes de la vida. Esta belleza natural fue pintada a mano con un degradado de matices en rosa y blanco.
Finalmente. el Rendez-Vous Sonatina Amour, donde dos urracas lucen un espectacular degradado de verdes, que van del turquesa a la tonalidad agua, mientras dibujan un majestuoso vuelo sobre peonias. Las aves, símbolo de la felicidad, parecen regocijarse al unísono con su viaje en pareja. Las flores, por su parte, simbolizan la riqueza y el honor, así como el romanticismo, pues se consideran un presagio de buena fortuna y unión feliz.
Pero el homenaje al universo femenino no termina con estas tres espectaculares piezas, sino que durante el mismo Festival de Cine de Venecia, Jaeger-LeCoultre entregará un premio a la actriz Catherine Deneuve, que celebrará su larga y magistral trayectoria. La actriz Diane Kruger, embajadora de la casa, será la encargada de presentar esta condecoración en la gala anual, planeada para el 5 de septiembre.
Deneuve, una de las actrices más reconocidas de la historia (su rostro ha aparecido en obras de grandes directores como Luis Buñuel, François Truffat, Jacques Demy, entre otros), ha sido amiga fiel de Jaeger-LeCoultre por varios años, así que no existe mejor manera de coronar esta relación que con un reconocimiento a la estrella francesa y su contribución a la grandeza del séptimo arte.