Tank Must de Cartier
El nuevo Tank Must de Cartier es la unión perfecta de pasado y presente. No solo me gusta su look vintage, atemporal sino que su corazón ecofriendly lo trae al siglo XXI sin alterar el ADN que durante décadas lo ha convertido en el reloj más venerado de la élite intelectual y artística. Más allá de que Cartier se haya atrevido a arropar su icónico Tank con una declaración de intenciones de sustentabilidad y que trascienda el experimento comercial, la firma francesa ha sabido dejar intacto el Tank Musk, declinado en colores atractivos y además con una correa hecha con restos de manzana. Si Jackie Kennedy o Andy Warhol levantaran la cabeza, seguro aplaudirían esta evolución de este emblema del diseño que nació en 1917 y que yo estaría feliz de poner en mi muñeca. Tal vez los coleccionistas hagan una mueca de disgusto, pero a estas alturas creo que a Cartier le interesa más cómo piensan los millennials y la generación Z, los clientes presentes y potenciales que comulgan también con todo el aura de Cartier y su legado.
A mí me encanta la idea de un movimiento de energía solar que funciona según el principio fotovoltaico. Es decir, la luz entra a través de la esfera gracias a aberturas perforadas en los números romanos. La tecnología que han llamado SolarBeat tiene un vida de 16 años sin requerir servicio. También la correa es la guinda del pastel. Se ha hecho con un 40% de residuos de manzanas cultivadas en Suiza, Alemania e Italia. Su proceso de producción supone una reducción de la huella de carbono, ahorro de agua de hasta 10 litros y hasta 7 megajulios de energía, algo así como unas 200 cargas de celular (comparado con una correa de becerro). Ojalá no sea solo un lanzamiento coyuntural sino parte de las decisiones revolucionarias que la firma ha tomado desde que Louis Cartier se inspiró en un tanque para crear un reloj para siempre. Y que cunda el contagio en otras marcas de Richemont.
Bulgari Octo Finissimo Tadeo Ando
Bulgari se ha ganado un espacio en la alta relojería. Pero todos celebramos también su devoción por la estética y la belleza. Los dos mundos se unen más que nunca en este nuevo Octo Finissimo diseñado por el genial arquitecto Tadeo Ando. Y confieso que es uno de mis arquitectos favoritos. El uso que hace del cemento, la luz y el cristal en sus construcciones para crear una arquitectura espiritual me conmueve. Y veo este mismo efecto cuando miro la esfera de este reloj.
No se trata de la mecánica, que es impecable. Me conquista la idea de un objeto que más que el tiempo, es una ventana a la contemplación, una declaración filosófica del tiempo. En este caso el Mikazuki, que representa la luna creciente que irá evolucionando hasta ser luna llena y que simboliza la naturaleza transitoria del tiempo. Como en sus obras, Ando consigue gran pureza de líneas con la esfera concéntrica y azul infinita, una espiral del tiempo que el arquitecto ha elegido para expresar el agujero negro de donde nace el tiempo. En definitiva, Bulgari y Tadeo Ando han unido sus mundos en un ejercicio poético. El Octo Finissimo, con su delgadez extrema y su apariencia etérea es el pilar idóneo para sostener la arquitectura de este japonés que siempre recurre a lo esencial para provocar emociones. Este Octo me ha llevado de nuevo a recordar por qué la Iglesia de la Luz en Oasaka o el Museo de Arte Moderno de Fort Worth en Texas me hacen desear aún más este reloj que sí puedo llevar conmigo a todas partes.
Jaeger-LeCoultre Reverso Hybris Mechanica Calibre 158
El Reverso cumple 90 años y el reloj que la firma de Le Sentier inventó para que los jugadores de polo pudieran ver la hora mientras jugaban sin dañar la pieza, es un emblema que construye el legado de la casa. Este modelo icónico se ha declinado en todo tipo de versiones, incluidas complicaciones o reproducciones de cuadros de artistas legendarios. Pero este año, la propuesta ha ido más allá, con el Reverso más complicado de la historia. Un ejercicio mecánico espectacular que también se ha convertido en un despliegue estético que ensalza el mecanismo a obra de arte.
Un Cuadríptico impactante que no me importaría presumir. Una mirada al universo en un rectángulo repleto de funciones pero con una armonía impactante. Tiene 11 complicaciones y 12 patentes en una caja de 51 mm x 31 mm x 15,15 mm de grosor. Un esfuerzo titánico para hacerlo más portable y ergonómico. El nuevo reloj presenta de forma conjunta las complicaciones del ciclo sinódico, dracónico y anomalístico. Y permite pronosticar eclipses lunares y solares y superlunas. Puedes pensar que será complejo usar este reloj astronómico, pero la firma también ha pensado en eso. El reloj tiene un sistema de sincronización y cuerda que puede mantener el reloj configurado correctamente. En fin, una simple mortal como yo se contenta con admirar esta maravilla mecánica que sigue aumentando la gloria de Jaeger-LeCoultre. (Aquí comenzó la selección editorial)