La edición 2018 del Grand Prix d’Horlogerie de Genève (GPHG) vivió uno de esos momentos mágicos que tanto disfrutamos los aficionados. Ocurrió en la categoría de Mejor Innovación Relojera, ganada por el Krayon Everywhere Horizon, un reloj espectacular de una marca hasta entonces desconocida para el gran público. ¿De dónde salía esa maravilla y quién había sido su creador? Krayon era una marca con apenas un año de vida comercial.
La firma había presentado en 2017 su primera versión del Everywhere, un mecanismo sorprendente, basado en la idea de poder medir la salida y puesta del sol en cualquier lugar del mundo. Su responsable era Rémi Maillat, quien seis años después de aquella puesta de largo de la marca, nos explica las características y filosofía de su firma. Suizo nacido en 1984, Maillat se acercó a la relojería relativamente tarde. “Mis padres siempre se han dedicado a las ciencias. En la universidad estudié Ingeniería Micromecánica y mi primera idea era dedicarme a este campo. Más tarde tuve la ocasión de descubrir la relojería. Para mí fue una revelación porque me permitía desarrollar mis conocimientos en tecnología, pero desde una vertiente artística y con un factor humano que no tenía, por ejemplo, la robótica”.
Un reloj para viajar por todo el mundo
Maillat comenzó fuerte su carrera en relojería. “Trabajé en Cartier, en el equipo de Carole Forestier, durante seis años. Allí desarrollamos piezas como el Doble Tourbillon Misterioso o el Rotonde de Cartier Grande Complication”. Más tarde vino una etapa como profesional independiente, la cual le permitió entrar en contacto con muchas pequeñas firmas y, de paso, conocer su modo de trabajar y las relaciones con los proveedores y clientes. “Aquella experiencia me animó a crear mi propia firma con mi mujer, que viene de la misma rama de ingeniería que yo, y creamos Krayon en 2016”.
El nombre de la firma deriva de crayon, la palabra francesa para referirse al lápiz, “que es el instrumento del cual deriva toda la creatividad que después hace posible nuestros relojes”. Los primeros años de la casa estuvieron centrados en el desarrollo del movimiento Everywhere con el objetivo de desarrollar una complicación hasta entonces inédita. De manera muy resumida, el mecanismo del Everywhere permite el ajuste de las horas de salida y puesta del sol en cualquier lugar del mundo gracias a los ajustes de longitud, latitud y huso horario que el usuario puede hacer de manera directa. El movimiento del Everywhere acoge 595 componentes y su desarrollo se prolongó durante cuatro años. Hoy en día, este mecanismo continúa siendo único en el mercado.
Evolución simplificada
“Después de ganar el GPHG comenzamos a pensar en cómo sería el siguiente movimiento. Estuvimos hablando con los clientes para escuchar qué esperaban de Krayon y cómo podíamos evolucionar. Pronto tuvimos claro que el camino sería un movimiento más sencillo y manejable, con una decoración que disfrutara el dueño y en un reloj más manejable”. Aquel deseo se convirtió en el Anywhere, lanzado en 2020. Como nos comenta Maillat, el Anywhere comparte con el Everywhere la indicación de salida y puesta del sol como seña de identidad, pero lo hace con un movimiento más simplificado que limita su indicación a un solo punto en el mundo.
El interés del Anywhere radica en que es el cliente quien acuerda con Krayon la ciudad del mundo en la cual quiere ajustar el mecanismo. Y es la firma la que prepara el mecanismo según los deseos. Para ello calcula los parámetros geográficos y realiza las camas que aparecen en el dispositivo visible en el fondo de la caja.
Una vez entregado, el Anywhere es un reloj muy sencillo de leer. En la parte central encontramos las tradicionales agujas horarias. Las rodean un anillo acompañado de una escala de 24 horas y unas hojas superpuestas que van desplegándose para indicar las horas de amanecer y ocaso. Una aguja en forma de sol señala las horas sobre la misma escala horaria. La información se completa con un contador de fecha y mes. El reverso del Anywhere confirma la voluntad de Maillat de buscar una estética más sencilla, pero igual de elegante.
El movimiento despliega un notable nivel de acabado y muestra el primer plano el dispositivo que rige sus indicaciones astronómicas personalizadas. Este mecanismo, conocido con la referencia C030, tiene un total de 432 componentes y es de carga manual, a diferencia del Everywhere, que era automático con micro-rotor de oro macizo. Al igual que ocurrió con el Everywhere, el Anywhere ha contado con el favor del jurado del GPHG, el cual le otorgó el premio de mejor reloj calendario y astronómico en la edición de 2022.
Apenas cuarenta movimientos al año
Todos los recursos actuales de Krayon están centrados en la producción del Anywhere. “Somos una firma pequeña”, relata Maillat. La sede se encuentra en el corazón de Neuchâtel. En una preciosa casa de la Rue de l’Evole trabaja un equipo de doce personas, ocho de ellas relojeros. “Solo dos de nosotros estamos capacitados para hacer el mecanismo del Everywhere. Si nos dedicáramos a montar este calibre, no podríamos atender el resto de las tareas que tenemos en Krayon ahora mismo”. Y es un gran esfuerzo porque, nos comenta su creador, todo el diseño, montaje y terminación se ha desarrollado de manera interna. Únicamente se han dejado fuera el órgano regulador, de cuya elaboración se encarga Atokalpa. La producción actual del Anywhere ronda los cuarenta movimientos al año. Esta sencillez también se traduce en unos precios más asequibles. La base de la colección está en 138,000 francos suizos, impuestos no incluidos.
La última creación de la marca es el Anywhere Arborea, reloj en edición limitada de 15 piezas realizadas en platino. Cuenta además con una carátula Métiers d’Art que evoca la pintura Foret vierge au soleil couchant del pintor suizo Henri Rousseau. Su precio es de 178,000 francos suizos (más impuestos), más “accesible” que los 775,000 francos suizos que costaba el Everywhere Horizon.
Centrado en el desarrollo, Maillat no se atreve a apuntar nada sobre el próximo movimiento de Krayon. “Es pronto para hablar, pero ya digo que no tiene por qué estar relacionado con el amanecer y el ocaso. A lo mejor nos lanzamos a explorar nuevas complicaciones. Lo que sí tengo claro que el camino que me interesa es buscar soluciones que simplifiquen la lectura de las complicaciones, que sean más comprensibles por el dueño y que se usen en relojes más cómodos de llevar”. Viendo las dos creaciones hasta la fecha de Krayon, seguro que también será igual de sorprendente.
