Abraham-Louise Breguet es a la relojería lo que Mozart o Beethoven a la música académica. Sin él, invenciones como el tourbillón o el cronógrafo ratttrapante, simplemente no existirían. Hasta el final de sus días, Breguet se encargó de inspirar a los artesanos del tiempo, de impulsarlos a romper sus propios esquemas.
Movimiento automático calibre 582QA, reserva de marcha de 48 horas, espiral de silicio y correa de cuero o caucho.