Son muchas las firmas relojeras que siempre lanzan una mirada retrospectiva a su legado para mantener viva su identidad. Pero son más bien pocas aquellas que se preguntan, en un ejercicio creativo abierto al futuro, cómo verían la marca hoy día los viejos fundadores y qué pensarían del catálogo de piezas actuales. ¿Qué diría hoy Giovanni Panerai, rollizo y bigotudo, con este nuevo Luminor Marina Carbotech de 44 mm en la muñeca? Un reloj completamente negro y luminiscencia, afortunadamente, ya no radioactiva.
Panerai cumple 160 años de vida en 2020. Imaginen en 1860 la tienda y el taller del señor Giovanni en el Ponte alle Grazie, antes de convertirse en boutique en la Piazza San Giovanni. Ese río incesante en cuyas aguas no puedes bañarte dos veces, que seguro sería gran inspiración para la primera gran firma de relojes que nacía en el agua literalmente -en un puente-. Carácter definido desde el primer momento para pura genética de buceo.
El tamaño del Luminor Marina no le sorprendería. Sus primeros prototipos del Radiomir alcanzaban los 47 mm de diámetro. El Carbotech de la caja, resistente y ligera, con tan solo 96 gramos de peso, es muy probable que le excitara de una manera inesperada. Y con total certeza quedaría satisfecho y reconfortado al comprobar que la carátula sándwich sigue siendo una ingeniosa composición en doble capa, ¡sintiéndose maravillado por una inaudita Superluminova de potente color azul! Como último gesto, imagino a Giovanni volteando el reloj y deslizando sus dedos por el protector de corona con una sonrisa de aprobación por su poderoso dispositivo para salvaguardar este delicado componente del mecanismo. Ciertamente reconocería su creación relojera en plena evolución estética repleta de innovadores materiales.
Panerai anuncia que este año llega el relanzamiento de la familia Luminor Marina. Y, a diferencia de los diversos modelos existentes, la nueva pieza presenta por primera vez dial sándwich. Anteriormente, la firma había elegido para la colección el dial salchicha (sausage), es decir, números e índices pintados sobre el disco de la esfera con la tipografía propia de la casa florentina. El diseño de la carátula fue una de las grandes innovaciones de Panerai en su origen. La numeración, que tiene solo cuatro números arábigos grandes en los puntos cardinales y una serie de índices, mejoraba la visibilidad bajo el agua de sus primeros relojes de buceo. Y la otra gran aportación fue justamente su dial sándwich. El uso de placas superpuestas con números e índices en la parte superior perforados para hacer que la pintura (de radio) fuera más legible y luminiscente desde la placa inferior.
¿Carátula sándwich o salchicha? El primero parece ser más completo para una dieta saludable, como la confortable correa deportiva sintética Sportech. Este Luminor Marina Carbotech de 44 mm y hermético a 300 metros monta el sólido calibre P.9010 de manufactura. Haríamos un pacto con el diablo para llevar a Giovanni Panerai a través del tiempo a la manufactura de la firma en Neuchâtel. Y que observara con detenimiento cómo fabrican un calibre automático con tres días de reserva de marcha. A la indicación de horas y minutos, la nueva fecha a las 3 y un pequeño segundero a las 9 horas. Laboratorio de ideas que juegan con el tiempo.