Emprendedor. Joven. Apuesto. Elegante. Moderno. Amante de los mares, el buceo y las regatas. Así es Pierre Casiraghi, quizá el miembro más sui generis de la dinastía Grimaldi. “Pierre tiene una vida loca. Por la mañana se sube a un catamarán, por la tarde hace buceo, luego se va a entrenar y después dirige cinco empresas diferentes”, comentó el año pasado para Vainty Fair su esposa Beatrice Borromeo. Hoy, a todas esas actividades, se suma una nueva: su papel como príncipe de los mares de Richard Mille.
A pesar de que su padre, Stefano Casiraghi, falleció en un accidente de navegación cuando Pierre apenas tenía tres años, la actividad náutica nunca lo ha abandonado, al contrario: desde 2010 se intensificó gracias a la experiencia adquirida a bordo del Tuiga, buque insignia del Yacht Club de Mónaco, del cual es vicepresidente en la actualidad. En sus vitrinas se pueden ver premios como la regata Palermo-Montecarlo, la Giraglia Rolex Cup y la Cape to Rio Yacht Race (con un récord que se mantiene vigente).
En 2016, Pierre creó su propio equipo de vela, con el cual se ha mantenido en las aguas al más alto nivel de competencia. Con este bagaje, Richard Mille se decantó por él para convertirlo en el primer socio navegante de la firma.
Con tal de celebrar la histórica alianza, Pierre Casiraghi llevará en sus siguientes aventuras marítimas el RM 60-01 Regatta, guardatiempo que tiene como misión soportar todas las hostilidades del mundo oceánico, como la corrosión que el agua salada puede provocar en los materiales. Pierre dice sobre esta pieza: “me encanta por su arquitectura, además es el primero reloj automático que veo con un bisel bidireccional rosa de los vientos, que es una herramienta esencial para navegar”.
Y añade: “Me encanta ser parte de Richard Mille. Estoy verdaderamente deslumbrado por el recorrido emprendedor de Richard. Ha logrado crear una marca original e innovadora”.