Quizá no de manera dramática, pero algo en la industria relojera se tranforma. Y cada firma enfrenta la situación con distintas estrategias. La de Thierry Stern, incluye no aumentar la producción, sino la calidad de sus colecciones mientras abre nuevos segmentos de precio y mejora su servicio postventa.
En esta entrevista habla sobre su visión del negocio y lo que piensa de las grandes ferias. Desmiente los rumores de una posible venta de su compañía.
Baselworld nos dejó ver que algo pasa en la industria, se percibe que algo cambiará. ¿Cómo vive Patek este momento?
No es un problema para nosotros porque no tenemos tantas piezas. Con una producción pequeña el desafío no es vender sino colocar. Todos se quejan de que no reciben tantas piezas. Quieren diez y reciben dos. Veo a muchos minoristas dispuestos a compensar las pérdidas de otras marcas con Patek, pero no es mi culpa que no estén vendiendo otras marcas. No puedo darles más relojes.
Así que es buen momento para nosotros; somos fuertes porque tenemos muchos productos nuevos. Estoy seguro de que si tuviera 120 mil piezas, las tomarían, pero solo podemos producir 62 mil. Si quieres algo de máxima calidad, no esperes que sea una gran cantidad. Hacer tantos relojes como Rolex no es para mí, no puedo hacerlo.
¿Aún con su nueva manufactura no harán más relojes?
No, solo pondremos a todos bajo el mismo techo. Las personas que trabajan en Le Brassus se van a quedar ahí, pero (con la nueva planta) en Ginebra pondremos al resto juntos. Es más eficiente.
También necesito espacio para el servicio postventa. Cada año llegan entre 50 y 60 mil piezas al mercado, y eso significa que la casa tendrá que arreglarlas, así que necesitamos un buen equipo relojero, lo que implica que debo entrenarlos.
Lo mismo pasa con los minoristas que tienen relojeros que debemos entrenar también. Toma tiempo y espacio hacer eso. Reparar un calendario perpetuo no es fácil.
Entonces si no va a aumentar la producción ¿piensa incrementar el precio o el tipo de producto de alto rango?
No. Para mí es importante tener relojes con diversos tipos de precio. Claro, puedes tener un reloj de 200 mil francos suizos, pero también un Aquanaut de 14 mil. Tengo dos hijos y no estoy dispuesto a darles un repetidor de minutos a los 18 o 20 años. Quiero que tengan un Patek Phillipe, pero tiene que ser un reloj que los inicie, como un Aquanaut o un Nautilus. El Aquanaut me parece el mejor para los jóvenes. Patek no apunta hacia aumentar los precios, sino a tener una mayor oferta de movimientos con distintos tipos de precio.
¿Cual es la posición de Patek respecto a su presencia en Baselworld?
Nos mantendremos, pero estamos dispuestos a tener solo una fecha para Basel y SIHH. Ambas ferias deberían estar conectadas. Eso es lo que estaremos haciendo el año que entra y espero que ayude. Chopard y Rolex también se quedan, solo pediremos que mejoren ciertas cosas.
Habrá que ver cómo se da el siguiente año, pero estoy convencido de que seguirá siendo una buena feria. Todavía creo que Basel es una necesidad y un gran lugar para conocer a todos en una semana; sin esto tendríamos que arreglarnos de otra manera más complicada, así que prefiero quedarme en Basel.
¿Está Patek en el comité que redefinirá las reglas de la feria?
Sí, pero les pedimos que trabajen para ellos mismos. Las marcas los empujamos a hacer las cosas, les decimos qué necesitamos, qué necesita la prensa, pero ellos deben hacer sus propias reflexiones.
En otros temas, Bloomberg mencionó que Patek podría estar en venta…
Hablé con la autora del artículo porque no fue fuera de la empresa donde la información generó problemas sino adentro. Mi gente estaba asustada y eso no me gusta. Esa noticia es falsa.
¿No hay posibilidad de que eso suceda?
No sé si en 20 años, pero no estoy dispuesto a venderla ahora. ¿Por qué lo haría? Me da un gran placer trabajar en esto, a la compañía le va bien. Podría venderla y viajar unos años alrededor del mundo ¿y después qué? No tengo motivos para renunciar. Tengo dos hijos. Puede que alguno de ellos siga con esto algún día.
Cada generación aporta algo a la casa. Su abuelo la hizo internacional, su padre la desarrolló con el museo e incrementó el valor en subastas… ¿Cuál es su reto?
Siempre hay algo que hacer. En términos de colección también hay que evolucionar, innovar. La creación es importante, el desarrollo, mejorar el proceso de producción y el entrenamiento. Ahora invertimos 500 millones en el nuevo edificio, será un gran reto. Para mí lo que eso puede aportar a la historia de Patek Phillipe es que le estoy dando mayor espacio para mejorar la calidad del producto.
Las filosofías de Patek Philippe y Rolex son cada vez mucho más parecidas entre sí… Nos reunimos para hablar de Basel o de inversiones en tecnología. No solo con ellos, también con Swatch Group o Richemont. Pero no en términos estratégicos. Ahí cada quien tiene lo suyo. Con Rolex hay semejanzas en la visión y eso esta bien. Sabemos cómo es: compras un Rolex y luego saltas a Patek. Somos complementarios, quedémonos así.
En uno de los relojes nuevos hay un componente de níquel fósforo. ¿Con qué compañía trabajan este material?
Tenemos la propia y trabajamos con una o dos en Suiza. El objetivo es hacerlo nosotros. Debemos asegurarnos de que funciona hoy y que funcionará en 50 años. La inversión no es solo en el material.
¿Y el Twenty~4 Automatic va a reemplazar al modelo de cuarzo?
El Twenty~4 de cuarzo sigue fuerte. Cuando lanzamos el automático pensamos que podía afectarle, pero no; sigue subiendo. No es un reemplazo. Son diferentes. Lo conservamos.