Desde 1999, año en que estrenó su primer largometraje llamado Las Vírgenes Suicidas, Sofia Coppola se ha convertido en una de las directoras clave del cine contemporáneo. Su propuesta visual, estilo narrativo y sensibilidad la colocan como un ícono de elegancia, al tiempo que se ha encargado de promover la visión de la mujer actual.