Nuevos actores
Tiempo de Relojes #115 OTOÑO 2020
Tiempo de crisis, tiempo de oportunidades. Y no quisimos aplazar el SIAR por culpa de un virus cruel que afecta en la salud a unos pocos y en lo económico a casi todos. Vamos a tener que aprender a lidiar en nuestras vidas con estos terroristas invisibles y la comunidad relojera respondió con la misma resiliencia que la caracteriza desde que Christian Huygens en 1675 transformara el péndulo en una espiral de balance que se expande y contrae contra los elementos. ¡Qué mejor ejemplo de la perennidad del reloj! Felicidades a todos los que creyeron que este año el salón debía ser posible porque el futuro hoy más que nunca es un acto de fe. Qué mejor prueba que nuestra galería de referencias: Rolex Sky-Dweller ahora con Oysterflex, un Patek rattrapante de platinoque parece decirnos que no hace falta inventar, un Accutron revisitado de los orígenes de lo smart en los años 60, un Speedy Silver Snoopy de cuando el futuro remitía a cosas buenas solo con mirar a la Luna, un L.U.C Skull One que por México accede a vestir a Chopard de negro y un Code 11.59 Grande Sonnerie Carillon Supersonnerie con un Grand Feu pailloné creado por Anita Porchet. Algo se cuece tras bambalinas en tiempos del COVID-19 y lo abordamos en un reportaje sobre los nuevos actores. Seguro no ha oído hablar de Ming, Zelos, Ophion, Kurono Tokyo, Horage, Raketa o Trilobe que vino al SIAR y le llovieron los admiradores. Marcas jóvenes, multiculturales, con balance entre originalidad, calidad y precio y no siempre Swiss Made. Para una joven generación educada no importa tanto la denominación de origen como el producto. Estos creadores responden al diagnóstico que hizo Jean-Claude Biver en la inauguración del SIAR sobre los que saldrán airosos de esta pandemia. También nos adelantó lo que puede ser su nuevo proyecto en 2021: una marca muy exclusiva, creada con su equipo de confianza donde el cliente será el rey y el producto una reina complaciente 24/7 en su trato personalizado. Hay vida y lo pudimos comprobar en ese destello que fue el SIAR.