LA EVOLUCIÓN DE LA MATERIA
Tiempo de Relojes #116 Invierno 2020
Uno de nuestros temas se titula ‘La revolución de la materia’, una alquimia imposible de elementos híbridos que busca traspasar los límites genéticos en un mundo en mutación. Y es perfecto para entender cómo acaba el primer año COVID en una continua huida hacia adelante. En Alert, otro sector de las horas se refugia en el arte por el arte desnaturalizando el reloj para convertirlo en un lienzo sobre el brazo. Y nos guste o no, tal vez acierta en ese guiño del reloj como arte. También Alchemists abre una grieta indagatoria con una aleación magnética –el Cuprum 479–que dice ser sanadora en tiempos de contagio universal. Una huida de responsabilidad social en una marca donde la media de edad de sus relojeros es de 32 años. Hasta Patek Philippe, el guardián de las sagradas escrituras, ejercita su punto de rebeldía al pretender una Grande Sonnerie en una caja del esquivo platino para la eficacia del sonido con resultados inesperados. Pero hay más escapismo en este número con el que cerramos el año. Bovet, uno de los creadores del momento gracias a sus triunfos en los premios del gphg 2018 y 2020, se aventura en una pieza de alta expresión neoclásica con el cromatismo encendido del amarillo en el Récital 26 Brainstorm Chapter Two Sunshine que reveló en el siar. “El amarillo es el color del positivismo”, nos dice Pascal Raffy y sí que es oportuno. Y después de esto vayamos acostumbrándonos a los colores frutales como algo frecuente en los clásicos-clásicos a partir de ahora. Audemars Piguet prefiere la mecánica-poesía y declina en varios de sus referentes el tourbillon volante como metáfora de que ahora, más que nunca, la vida gira suspendida en un hilo. En resumen, la relojería busca por enésima vez esculcar fronteras para seguir vital mientras los humanos redescubren otra vez que el tiempo es insustituible aunque vaya y venga como el tic-tac de nuestros deseos.