Cuando se habla de la historia del rock & roll, siempre surge la duda: ¿quién o quiénes son la máxima deidad del gran ritmo? Están aquellos que votan por la revolución creativa de los Beatles, la desfachatez hedonista de los Rolling Stones, la perfección musical de Led Zeppelin, el caos controlado de The Clash, la poesía de Bob Dylan o los mil rostros de David Bowie.
Sin embargo, la respuesta casi unánime gira en torno a un solo nombre: Elvis Presley. El llamado “Rey del Rock” es una especie de centro para el universo rockero: todo lo anterior a Elvis se condensa en él, y todo lo posterior a Elvis emana de él. Y es que el nacido en Tupelo, Mississippi, además de pionero musical, se encargó de ponerle cuerpo y sexualidad al género que dominó la cultura popular de la segunda mitad del siglo XX.
Elvis es, sin lugar a dudas, el ídolo de ídolos. Artistas de la talla de Springsteen, Lennon y el propio Dylan declararon en su momento que luego de ver al Rey en acción, supieron que se volverían músicos. Esta admiración es compartida por millones de personas en el mundo, quienes próximamente, gracias a la alta relojería, tendrán a la mano un nuevo tesoro para celebrar la vida del rey.
En 1961, la disquera RCA Records realizó un evento de caridad para celebrar uno de los récords de Elvis Presley: haber alcanzado 75 millones de discos vendidos. Durante el evento, la firma discográfica regaló a Elvis una placa conmemorativa y un reloj especial Omega con caja de oro blanco de 18 quilates, bisel engastado con diamantes Tiffany y fondo grabado con la leyenda “To Elvis, 75 Million Records, RCA Victor, 12-25-60”.
Esta pieza, certificada por Jimmy Velvet, fundador y CEO del Elvis Presley Museum, será subastada durante la Phllips Geneva Watch Auction: Seven, que se realizará el 12 y 13 de mayo próximos en el Hotel La Réserve de Ginebra. Se espera que el guardatiempo alcance entre 50,000 y 100,000 francos suizos.
El reloj del Rey estará disponible para los coleccionistas gracias al sobrino del hombre dueño del reloj, quien obtuvo este Omega directo de manos de Elvis Presley. Como cuenta Phillips, el misterioso caballero mencionó en una reunión con Presley que le gustaba mucho su reloj. En respuesta, Elvis propuso un intercambio entre su guardatiempo y el del hombre, un Hamilton tachonado con diamantes. Los “trueques” de esta naturaleza eran una acción común para el Rey, quien así dejó esparcidas varias piezas, como el Omega Constellation que Antiquorum subastó en 2012 por 50,000 dólares.
Para hacer aún más especial esta joya histórica, Phillips lo entregará con un libro titulado “Elvis”, escrito por Dave Marsh, donde se incluye una foto de Presley con el reloj en la muñeca. La leyenda del Rey más viva que nunca.