1858 Monopusher Chronograph Origins y el corazón de Minerva

1858 Monopusher Chronograph Origins rinde tributo al corazón de Minerva. Una reedición con el calibre MB M16.29 de un movimiento histórico.

Un calibre reeditado desde el profundo acervo de Villeret. El nuevo 1858 Monopusher Chronograph Origins rinde tributo a Minerva con la reconstrucción del histórico movimiento 19-09CH creado en el año 1909, desarrollado entonces para un reloj de bolsillo. La inclinación vintage de nuestros días sobrepasa la fácil apariencia estética de las piezas para tocar el corazón mecánico. 1858 Monopusher Chronograph Origins rinde tributo al corazón de Minerva. Acrobacias técnicas en la historia de la relojería.

Va a fascinar a coleccionistas, apasionados e ingenieros ociosos. Ese calibre para un reloj de bolsillo se transformó en un reloj militar de 1930. Un cronógrafo monopulsador de 46 mm, unas dimensiones poco habituales entonces. Un guardatiempo robusto, ergonómico y funcional. La pieza original presentaba esfera negra, contadores bi-compax y agujas con forma de catedral con Super-Luminova y excelente legibilidad. Y así  nace este 1858 Monopusher Chronograph Origins. Una edición limitada a 100 piezas en una caja con una aleación especial de bronce pulida y con acabado satinado. Su robustez se refuerca con una correa marrón Sfumato de aligátor.

La pieza se presenta con el tradicional fondo de caja que se abre, al estilo de los antiguos “pocket watch” para ver el movimiento. Con la cabeza de la diosa Minerva, el interior de la tapa lleva una inscripción original: “Ré-édition du chronographe militaire Minerva des années 1930 doté d’un calibre fait main dans la pure tradicion horlogère suisse” (Reedición de un cronógrafo militar Minerva de la década de 1930 equipado con un calibre fabricado a mano siguiendo la tradición relojera suiza). La firma usa el titanio y procesos innovadores que emplea la oxidación y tecnología láser para recrear esta bella imagen en relieve.

Crono monopulsante

Y aquí es donde luce el calibre cronógrafo monopulsador MB M16-29. Una reconstrucción del histórico calibre de principios del siglo pasado. Se ha empleado en crudo para la platina y los puentes la plata alemana con su característico acabado amarillento. Fue un material empleado por Minerva tradicionalmente en épocas pasadas. Y se presentan acabados como el côtes de Genève, los ángulos interiores biselados y el veteado circular. Todo producido en la manufactura de Villeret.

Como rasgos esenciales del 1858 Monopusher Chronograph Origins cabe destacar su rueda de pilares y embrague horizontal, el puente en forma de V —diseño patentado en 1912— y la punta de la flecha de Minerva o “cola del diablo”. Un calibre que vibra a 18,000 alt/h, espiral con terminal curva Phillips y cuenta con una reserva de marcha de 50 horas aproximadamente. Ciertamente otro golpe de autenticidad de la firma con el legado de Minerva y la labor arqueológica del know-how.

El corazón de Minerva sigue trayendo alegres recuerdos del pasado con este movimiento cronógrafo monpulsador de carga manual. Cuenta con el certificado del test de las 500 horas del laboratorio Montblanc. Calibres in house que la firma suele emplear acertadamente para las ediciones limitadas. Un calibre ya usado en la colección 1858 y ahora revisado. Propuestas mecánicas solventes como el M13.20 o el M13.21 monopulsante que monta la nueva colección Heritage o incluso el Meisterstuck. El precio de la nueva pieza es de 36,000 dólares aproximadamente. —Leslie López

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