Como si estuviéramos ante un renacido Heródoto, Greubel Forsey ha tenido la costumbre de enumerar las creaciones de la casa. Hasta ahora hablábamos de siete “maravillas”. La lista se amplía ahora, ocho años después de la llegada de la anterior y a uno del vigésimo aniversario de la manufactura. Lo interesante es que esta octava creación nos llega después de una época de intensa reformulación de la firma, potenciada con la llegada de Antonio Calce como consejero delegado.
Tourbillon Cardan
En los últimos tiempos hemos visto cómo Greubel Forsey buscaba una imagen más deportiva con la creación de la línea Collection Convexe, dando más importancia al componente estético, aunque sin perder de vista la excelencia técnica. El nuevo Greubel Forsey Tourbillon Cardan representa una vuelta a los orígenes, con la innovación técnica como gran incentivo del reloj.
Este Greubel Forsey Tourbillon Cardan es, según en palabras de sus propios creadores, una nueva reformulación del ingenio patentado por Abraham-Louis Breguet en 1801. Este objetivo ha sido una obsesión para Robert Greubel y Stephen Forsey desde la presentación de su primera invención (el doble tourbillon inclinado 30°) en 2004. Como ya sabemos, Breguet inventó el tourbillon para compensar la influencia de la gravedad terrestre en los relojes de bolsillo, colocados normalmente en posición vertical en la ropa de su dueño. Pero ¿cómo resolver este problema en los relojes de pulsera, que siempre están en constante movimiento y en muchas ocasiones en posición horizontal? En el caso del Tourbillon Cardan, el dispositivo busca conseguirlo mediante un triple principio.
Tres principios
El primero es la disposición del tourbillon con una frecuencia de giro de 16 segundos para cada vuelta. La razón es sencilla: cuanto más rápido gire el órgano regulador del movimiento, menos probabilidad habrá de someterse a la influencia de la gravedad. El segundo principio es bien conocido por los aficionados de Greubel Forsey y consiste en la ubicación del tourbillon en un ángulo de 30°. Sus creadores siguen afirmando que dicho ángulo es el más eficaz para los relojes de pulsera. Nada que objetar por nuestra parte.
El último principio es el más novedosos de todos. Se trata de la colocación del tourbillon en una jaula formada por dos anillos móviles encargados de mantener el tourbillon en una posición siempre fija. Los más mayores conocerán este dispositivo mecánico como cardán. ¡Qué cambio estético desde los primeros relojes Greubel Forsey que conocimos hace 20 años! Pero hay cosas que no cambian, como la ultralimitada producción: 11 relojes anuales, con una producción total de 55 piezas en los próximos cinco años.
FICHA TÉCNICA
Greubel Forsey Tourbillon Cardan