Los movimientos en la industria relojera no cesan ni dejan de sorprender. Hace unas horas, Citizen Watch Co., Ltd ha emitido un comunicado anunciando la adquisición de Frédérique Constant Holding SA, que incluye también a firmas como Alpina y Atelier DeMonaco. Este portafolio se une a otras casas relojeras que ya habitan bajo el paraguas de la firma japonesa: Bulova y La Joux-Perret SA con sus marcas Angelus y Arnold & Son.
Toshio Tokura, CEO de Citizen Watch Co., Ltd asegura que con esta compra “tendremos la gran oportunidad de aumentar las ventas de Frédérique Constant a través de nuestros canales de distribución, sobre todo en Japón y Estados Unidos“. Además, comentó Tokura, “Citizen será capaz de aumentar su cartera de marcas y ocupar un espacio en mercados en los que algunos de nuestros competidores operan para así ampliar la presencia de la marca Citizen en el mundo“. Luego agregó “Citizen logrará una gran sinergia para el intercambio de tecnologías e infraestructuras en el futuro“.
Efectivamente, esta firmas ocupan un juego estratégico en el tablero de los negocios. Con Frédérique Constant y Alpina, la japonesa Citizen está preparado para competir con otras casas relojeres de precios asequibles como Longines, Hamilton, Baume & Mercier o TAG Heuer, entre otras. ¿Quién voltea la cara a una suculenta rebanada de un pastel rentable de miles de millones de dólares?
Aletta y Peter Stas, los fundadores de Frédérique Constant Holding SA, dicen que este movimiento asegura su compromiso con la empresa y sus empleados, una manera de garantizar la viabilidad de la compañía más allá de ellos mismos. “Estamos cada vez más sorprendidos con las tecnología innovadoras de Citizen. Vemos la oportunidad de la alianza suizo-japonesa como una oportunidad para desarrollar y vender relojes de lujo accesibles para el siglo XXI y más allá”, argumentan en el comunicado.
Está claro que es una alianza que beneficiará a ambas partes. Frédérique Constant Holding SA es un grupo suizo consolidado y Citizen posee una red de distribución inmensa. Además, la sinergia e intercambio de tecnologías no es desdeñable.
Frédérique Constant produce 150,000 relojes al año y emplea a 170 personas en seis países. El acuerdo también conserva a Aletta y Peter Stas en sus actuales puestos directivos al menos los próximos cinco años.