Rocco Giudice es el nuevo director de ventas de Chronoswiss y visita México por primera vez. Un experto en marketing y comunicación con dilatada experiencia en la industria relojera que también escribe novelas. Un perfil literario se une a la firma de Oliver Ebstein, que actualmente está escribiendo los mejores capítulos de su historia relojera. Y el atelier de Lucerna sigue inspirado en 2024 antes de presentar sus novedades en Watches & Wonders. “Presentaremos un “talking piece”, una novedad mundial en un material que no se ha usado hasta ahora, sobre todo en la forma de usarlo, y es una alternativa a las cajas de zafiro, que son muy caras y frágiles”, afirma Rocco Giudice.
W&W 2024
—¿Qué presentará Chronoswiss en Watches & Wonders este año?
—Presentaremos un “talking piece”, una novedad mundial en un material que no se ha usado hasta ahora, sobre todo en la forma de usarlo, y es una alternativa a las cajas de zafiro, que son muy caras y frágiles. Tendremos también una línea nueva que se llama Strike. Además, presentaremos un modelo muy bonito con tourbillon, limitado a 15 ejemplares, y ya antes de presentarlo algunos clientes lo han pedido, es decir, ya me quedan menos de 15 piezas. Y como sabes que creamos colecciones cápsulas de 50 piezas, alimentaremos esta estrategia con algunos nuevos modelos. Todo se presentará en Ginebra en abril y los productos llegarán al mercado en mayo y junio.
La receta del éxito
El nuevo modelo Delphis Sapphire presentado esta semana. Edición limitada de 50 piezas.
—Vemos en Chronoswiss ahora rediseño de cajas contemporáneo, más trabajo de atelier y mucho color en las piezas. ¿Cuál es la receta de la marca actualmente?
—El color es un elemento, pero también un reflejo de la dinámica y la estrategia que tiene la marca estos últimos años, es decir, una fusión entre artes artesanales antiguas y procesos e innovaciones contemporáneas. Se pueden buscar colores, por ejemplo, en el mundo del automóvil, pero no estamos condenados solo a esto. En los últimos años tratamos de encontrar un punto de fusión entre el pasado y el presente. Hemos cogido modelos históricos como el Delphis, creado en el 95 o 96 que tuvo mucho éxito, y hemos vuelto a rediseñarlo para celebrar los 40 años de la marca. Aquí tenemos el nuevo Chronoswiss Delphis Sapphire, que ya tenía las funciones con hora saltante, minutos retrógrados y ahora un diseño de 3D, con el guilloché y esmalte totalmente realizado in house con dos personas que se ocupan de esto. Le da un valor a la pieza diferente y es una definición del lujo, que es tiempo y artesanía.
—También son ediciones limitadas.
—Hay una cierta exclusividad y producimos ahora entre 1,300 y 1,500 piezas por año. Tenemos 70 puntos de venta en el mundo. Esto es un cambio importante en comparación con lo que hacíamos antes con un trabajo un poco más industrial, un dibujo en dos dimensiones un poco más clásico que ahora se le llamaría “vintage”. Y hemos introducimos también más movimientos modernos que no los hacemos nosotros, sino que los compramos o los producen exclusivamente para nosotros como en este modelo. Tabajamos con La Joux-Perret o Concepto Watch Factory, que también hacen movimientos para Jacob & Co y Bulgari, es decir, son especialistas. No son movimientos mejores que los que teníamos antes, que nosotros modificábamos, pero tienen acabados más contemporáneos y esto hace que sea una percepción diferente un poco más alta.
Atelier de Lucerna
—Mencionas el vintage, que está de moda, pero Chronoswiss ha renovado mucho su producción y goza de éxito.
—Cuando Ebstein compró a Lang, el fundador, la marca en 2011 tomó varios años comprender cómo reposicionar la firma y ellos tenían esa voluntad de ponerla en el presente. El vintage es como un museo de artesanía, modelos icónicos que se recuperan. El mercado vintage es un mercado fuerte, pero es nostalgia que tiene su seducción, no es algo que empuja más allá la creación. Y alguien tiene que tomar esa responsabilidad, que es lo que hace el trabajo divertido, levantarse por la mañana para traer algo de nuevo, aunque no sea revolucionario, pero más creativo e interesante.
—Con estos cambios en la marca, ¿también ha cambiado el cliente?
—Sí hay un cambio notable. Teníamos clientes de 50 años y más, pero ahora estamos en los 40 años, sí es un poco más joven y es una cosa buena. Hemos perdido también clientes que eran a quienes les gustaba el Chronoswiss de antes. Sin embargo, veo con modelos como Delphis que es un buen ejemplo de lo que se puede hacer cogiendo un modelo histórico e icónico y darle un toque más moderno, por lo que también hemos llegado a recuperar clientes. Es posible encontrar un equilibrio entre clasicismo y modernidad, ir adelante sin sacrificar. Ha habido antes un paso adelante fuerte, ahora estamos intentando encontrar el justo equilibrio.
Nueva estrategia
—Hablarle a las nuevas generaciones con un producto más fresco. ¿Cómo es la relación y la estrategia ahora con los clientes, puntos de venta…?
—El lema de Lang era “fascinación por la mecánica”, ahora nosotros decimos “mecánica moderna”, o sea que tenemos que enseñar también el lado más moderno del proceso de creación de las piezas. Estamos cambiando un poco la imagen en términos de comunicación y marketing, los muebles en punto de venta… Hemos empezado el año pasado y el año que viene se va a modernizar mucho la presentación de la marca y los puntos de venta.
—Mundo digital es cada vez más presente en el lujo y en alta relojería. ¿Cómo es el trabajo en redes, o han empezado a trabajar con la Inteligencia Artificial? Chronoswiss abrió una boutique en el metaverso.
—El metaverso ha sido interesante, pero comercialmente no es un éxito. No ha pasado nada en esa plataforma, pero fue bueno entrar ahí a ver lo que pasaba y lo que podemos tomar como inspiración. Por otro lado, el enfoque de la marca en las redes sociales funciona desde hace unos años muy bien. Ahora tenemos que pasar de una comunicación de un catálogo de productos a una comunicación más pedagógica sobre cómo se produce y se crean los productos. Eventualmente, en el futuro también una comunicación un poco más de “branding” que explique y aporte una definición más precisa del estilo de Chronoswiss. Todavía falta un poco de tiempo para pasar a ese nivel, pero sí estamos cambiando un poco y modernizándonos.
Best-seller
—Con la evolución de los nuevos modelos, ¿cuál es el best-seller actualmente de Chronoswiss?
—A nivel mundial, es la colección Space Timer, que es el modelo probablemente más creativo que tenemos. Una carátula con una esfera de titanio en volumen y con tres tecnologías utilizadas: guilloché a mano, grabado láser para reproducir la estructura de un planeta en la esfera y, en tercer lugar, nano-printing, que es una manera de añadir color a los detalles. Es una familia de tres modelos. También funcionó muy bien Delphis, que es un poco más clásico y tuvo una recepción fantástica en el 2023, ya se va a quedar como una familia propia. Estos son dos columnas de desarrollo de productos muy creativos. Queda algo por hacer más deportivo y con ingeniería, como Skelter, que es de 45 mm y con un trabajo extremadamente esqueletado. Hay que redibujar esa línea y alimentarla, ya que funciona muy bien en armonía con el resto.
—¿Cuáles son los planes de Chronoswiss en México?
—Tenemos la suerte de trabajar con Grupo Mondi y otros retail partner desde hace muchos años. La posición de la marca es buena y está bien implantada. México es un país muy dinámico, el cliente busca novedades y hay gusto por la vanguardia. Hay mercados más difíciles que México en el mundo. Para nosotros, México es un mercado fantástico. Tengo mucha ilusión por trabajar aquí y hay oportunidades.