Primer plano del Pelagos

Pelagos FXD, la última sensación de Tudor

La colaboración con la Marine Nationale francesa da sus frutos en esta nueva versión del reloj profesional de buceo de Tudor. Atentos a su bisel de cuenta regresiva.

Hace ya tiempo que las firmas abandonaron la política de presentar en primavera todas las novedades de la temporada. Las redes sociales mandan y ahora mismo es más conveniente repartirlas a lo largo del año. Los aficionados estamos más atentos y, en consecuencia, las casas se garantizan un seguimiento más constante. Es la estrategia que ha seguido Tudor, que no ha dudado en distribuir sus productos estrella en fechas muy concretas del año. Primero fue el turno de los Black Bay en plata y en oro. Un mes más tarde, el impactante Black Bay en cerámica con certificado METAS. Aunque lo mejor estaba por llegar: aquí tenemos el flamante Pelagos FXD. 

Vista frontal del Pelagos con la correa de tela
El acabado azul, la ausencia de fecha y la correa de tela son los elementos más reconocibles del Pelagos FXD.

2012 fue un año clave en la reciente historia de Tudor. La firma decidió presentar en Baselworld dos nuevos modelos basados en su experiencia en el mundo marino. El primero de los modelos fue el Black Bay. Desde entonces, este reloj inspirado en los antiguos relojes de buceo, se ha constituido en la imagen más reconocible de Tudor y el principal factor de su enorme éxito en el mercado. No fue la única gran novedad de aquel año. En aquel momento conocimos también el Pelagos, su propuesta para los submarinistas profesionales. A diferencia del Black Bay, el Pelagos tenía una mayor hermeticidad (500 metros en lugar de 200), válvula de escape de helio y, gran novedad en aquellos momentos, bisel con números luminiscentes. Aquel reloj nos enseñó que la apuesta de Tudor era mucho más seria de lo que podíamos pensar a simple vista.

El Pelagos cuenta visible durante la inmersión
La luminiscencia de los índices del bisel ha sido una característica de todos los Pelagos.

El Pelagos se ha mantenido en el catálogo de Tudor constante en estos nueve años, aunque sin apenas variaciones estéticas. Al modelo original en negro se le unió pronto una versión en azul. Años más tarde se sumó el modelo LHD con la corona en el lado izquierdo de la caja. Y aquí se acabaron todas las versiones conocidas hasta ahora. Una espera que por fin se ha visto recompensada con este nuevo Pelagos FXD, con suficientes incentivos para considerarlo desde ya entre las referencias más interesantes del catálogo de Tudor. 

Un cliente muy exigente

El Pelagos FXD nace como resultado de la asociación con la Marine Nationale francesa. La colaboración con este cuerpo militar galo comenzó en 1956 y el buen trabajo conjunto llevó a Tudor a ser nombrada proveedor oficial de la Marine Nationale en 1961. Desde entonces, son muchos los relojes de la casa suiza que han sido llevados por los miembros del cuerpo. El más importante de todos ellos el Submariner referencia 9401, bien conocido por los coleccionistas de Tudor y fácilmente identificable por su carátula y bisel azules. El Pelagos FXD representa la vuelta a esta provechosa colaboración a los 65 años de su puesta en marcha. Como en ocasiones anteriores, las exigencias del cuerpo militar francés han sido tenidas en cuenta a la hora de desarrollar el modelo. 

La correa permite llevar el reloj por encima del traje
El Pelagos FXD se ha desarrollado de acuerdo a las exigencias de la Marine Nationale francesa.

Lo primero que llama la atención del Pelagos FXD es la ausencia del brazalete metálico. Como nos cuentan desde Tudor, era habitual que la casa hiciera llegar a la Marine Nationale los relojes sin correa. Era el propio cuerpo militar el encargado de elegir la pieza que mejor se adaptaba a sus necesidades. Lo normal era que usaran una correa de nylon realizada en una sola pieza. Este sistema fue recuperado de nuevo por Tudor en 2010 y desde entonces se ha convertido en todo un fetiche entre los seguidores de la firma. Por cierto, el término FXD hace referencia a este elemento del reloj, pues es la denominación elegida por Tudor para las barras extrarrobustas que fijan la correa a la caja. Además de la correa de tela, el Pelagos FXD se entrega con una correa adicional de caucho. 

Bisel más práctico

Siendo un reloj inspirado en la colaboración con la Marine Nationale, era inevitable que la carátula y el bisel fueran azules. Como en los primeros Pelagos, el bisel está fabricado en cerámica y las inserciones luminiscentes permiten su visión en la oscuridad. Pero hay una importante diferencia respecto a los anteriores modelos. Si nos fijamos bien, la escala de minutos del bisel es regresiva. Es un sistema alternativo a los tradicionales biseles que permite usar el reloj como un cronógrafo de cuenta atrás. El sistema responde a una petición expresa de la Marine Nationale para una de sus prácticas submarinas más comunes.

Cuenta regresiva del bisel del Tudor Pelagos
El bisel llama la atención por su escala regresiva, ideal para mediciones de cuenta atrás.

El cambio de medición ha obligado a abandonar el habitual dispositivo unidireccional que evita los desplazamientos accidentales. El bisel del Pelagos FXD gira en ambos sentidos, lo que lo hace más cómodo en la manipulación, aunque susceptible desplazamientos fortuitos. Además, debemos tener en cuenta que el bisel ha ganado en tamaño respecto a las anteriores versiones. Los dientes de manipulación también son considerablemente más grandes con el fin de hacer más cómodo su giro con los guantes puestos. 

Cronómetro sin fecha

La caja no cambia. Su diámetro se mantiene en 42 milímetros y está fabricada en ligero titanio. No sabemos la razón exacta, pero Tudor ha decidido prescindir de la válvula de helio en la caja. La hermeticidad tampoco es la misma que la de los conocidos Pelagos: se queda en 200 metros, la misma que ya tienen los Black Bay. El fondo está realizado en acero y decorado con el emblema de la Marine Nationale. 

Fondo del reloj realizado en acero
A diferencia de la caja, el fondo está realizado en acero y cuenta con el grabado de la Marine Nationale.

Otra ausencia curiosa es la de ventana de fecha. En cualquier caso, esta decisión es cada vez más habitual en los relojes de submarinismo. El sacrificio de la fecha permite lograr un diseño de esfera más equilibrado y auténtico. 

El movimiento es el mismo MT5602 ya usado en las referencias Black Bay de 41 milímetros. El calibre destaca por llevar escape de silicio, reserva de marcha de 70 horas y certificado oficial COSC. Su buen funcionamiento está plenamente asegurado. 

El Pelagos FXD con las dos correas con las que viene
El Pelagos FXD viene con correa de tela de una sola pieza, más otra adicional en caucho azul.

El precio elegido por Tudor para el Pelagos FXD es de 3,900 dólares, susceptibles de varias ligeramente en algunos mercados por el cambio de divisas. Si lo comparamos con los anteriores modelos de Pelagos, es 500 dólares más barato. El cambio se debe a la ausencia del brazalete de titanio y, suponemos, la elección de una caja más sencilla sin válvula de escape de helio y hermética a solo 200 metros. En cualquier caso, es un precio muy atractivo y más cercano al de los conocidos Black Bay. Una buena razón más para confiar en el Pelagos FXD como el próximo hit de Tudor. 

Andrés Moreno

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.

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Heredé el gusto por los relojes desde niña y profesionalmente por el diseño. Desde hace 21 años estoy en este fascinante sector relojero, trabajando de la mano junto con las marcas haciendo estrategias comerciales y de marketing.

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