Que Grand Seiko salga galardonado en el Gran Premio de Ginebra no asombra a estas alturas de globalización, donde los robots de ojos rasgados y la alta definición 8K, aún desconocida en Occidente, son solo dos ejemplos de que Japón posee capacidades portentosas. Por aquellas coordenadas, nace el sol, así que puede ser una de las razones por la que miren los relojes para ver la hora antes que nadie. Y si atrás quedaron las viejas pesadillas del cuarzo que sacudieron la industria suiza, los amantes de la relojería podemos abrazar al enemigo sin prejuicios. Este Grand Seiko Heritage Collection es una edición limitada que celebra los 140 años de la firma con el calibre Spring Drive de nueva generación. Relojería japonesa con sello de autor. Una selección de sellos muy interesantes.
Minase Divido
Esfera lacada Urushi. Y no creerás cómo modifican su calibre base ETA.
Kikuchi Nakagawa Ichimonji
Estilo clásico de los 30-50 con calibre Vaucher. Hasta 30 meses para hacerlo.
Credor Eichi II
Todo hecho a mano por el equipo de élite de Seiko. Minimalismo en platino.
Kurono Aniversario Toki
La colaboración magistral de Hajime Asaoka. Esfera coral metálico.
Naoya Hida NH TYPE 2A
El acero 904L que usa Rolex desde 1985. Y esfera de plata alemana.
Citizen Calibre 0200
Nipón de La Joux-Perret. Esfera texturizada con proceso electrónico. Ejemplo moderno de relojería japonesa.