Hublot sigue enamorado del carácter mexicano y la vitalidad de este país. Y para rubricar con mayor énfasis esta relación, la manufactura de Nyon desarrolla, por primera vez, una técnica nunca vista en su amplio catálogo. El nuevo Big Bang Unico Sang Bleu II Mexico luce una inédita caja frosted de carbono con inserciones de color verde. México convertido en plataforma de lanzamiento mundial justo ahora que cumple su bicentenario.
Ya conocíamos el acabado frosted en el oro. Un método propio de la orfebrería que confiere un brillo especial a piezas de joyería. Y Hublot, por otra parte, había empleado la fibra de carbono en el dial o juegos estéticos con el bisel en versiones determinadas de su Big Bang. Sin embargo, ahora la casa relojera lleva el carbono a una síntesis expresionista con destellos verdes, integrando el color en la propia estructura del material con un proceso industrial de brujería.
El pulso corre por las venas igual que el tiempo fluye por todas las aristas de este Sang Bleu convertido en enigmática cábala geométrica. Y “El Arte de la Fusión” realiza un ejercicio de simbolismo universal que juega con el lenguaje primario ancestral del tatuaje y su plasmación en la lógica racionalista de la abstracción estilística de Maxime Plescia-Büchi. Un idioma depurado donde el fondo místico alcanza plena identificación con la forma futurista y la apariencia totalmente innovadora del reloj. Alquimia imposible gracias a la habilidad del artista tatuador, capaz de inyectar tinta a la piel para sellar el instante como eternidad.
Amor tatuado
“México y Hublot comparten una pasión. Durante muchos años, este mercado ha demostrado su afinidad por nuestra experiencia en relojería. Estoy encantado de poder dedicarles esta edición limitada de la imaginación de Sang Bleu. Una ilustración perfecta de nuestra filosofía del Arte de la Fusión”, asegura Ricardo Guadalupe, CEO de Hublot. Big Bang Unico Sang Bleu II Mexico es una síntesis innovadora de diversos materiales con un sinfín de detalles. La caja de carbono presenta el terminado del bisel en cerámica negra pulida, al igual que los pulsadores del crono, diseñados linealmente en la carrura de forma equilibrada. Y la carátula es completamente esqueletada, también en color negro mate con detalles en verde, a juego con la luminiscencia de las agujas, chapadas en negro y con acabado satinado. El cristal de zafiro antirreflectante lleva impreso el logo de Hublot. Y el sello de autor se refuerza con el símbolo de Sang Bleu en la corona de titanio pulida —acabado negro pvd con anillo de caucho— y el diseño de la masa oscilante en el fondo.
Si hay una marca relojera capaz de imprimir a flor de piel sensaciones que dejen huella, hay que señalar a Hublot. Maneja un decálogo out of the box que impulsa experiencias vitales que sacuden el curso del tiempo más allá de la inercia lineal condicionada por los ciegos prejuicios, hábitos irreflexivos y convenciones no cuestionadas. Esa clara actitud creativa, innovadora y desbordante de dosis estimulantes de provocación es la que explica la alianza de la firma de Nyon con Sang Blue, el estudio de tattoo de Maxime Plescia-Büchi establecido entre Zúrich y Londres. Instinto natural que subyace impulsivamente en todas y cada una de las creaciones de Hublot: dotar al tiempo de más vida, llenar de emociones cada instante. Complemento cosmético, símbolo sentimental o fetiche religioso y mágico, el tatuaje puede que sea tan antiguo como el propio tiempo. Signo liberador con los mismos y múltiples valores que puede adoptar un reloj actualmente. “Para mí, son los mundos místicos y los colores los que simbolizan el increíble país de México. Con los ingenieros de Hublot, quería tomar esta idea y traducirla en este nuevo reloj”, confiesa Maxime Plescia-Buchi.
Escultura viva
El nuevo Big Bang Unico Sang Bleu II Mexico luce como escultura en la muñeca. Hublot ha convertido el arte en motu propio y principio de creación. Richard Orlinski, Murakami, Shepard Fairey, Marc Ferrero, Samuel Ross o el propio Maxime Plescia-Büchi forman parte de este universo interdisciplinar donde el arte y el diseño regeneran la capacidad transformadora del tiempo. Un reloj debe marcar, sobre todo, el comienzo de una nueva vida, o al menos, contener esa semilla transformadora de un verdadero Big Bang convertido en amuleto cosmológico existencial.
Como si el trazo firme de la aguja de Maxime recorriera la epidermis, así prolonga sus líneas geométricas por la escultural forma que adopta la caja del Big Bang. Y el latido del reloj se erige de forma tridimensional en objeto vivo con total autonomía. Sang Bleu (sangre azul) es una paradójica reivindicación aristocrática de las nuevas artes emergentes de la cultura urbana. Su primera pieza con Hublot en edición limitada se lanzó en el 2016. Y la propuesta no fue una simplista reducción del estilo de un famoso tatuador que estampaba su sello en otro producto de lujo para encarecerlo con ilusorias estrategias del marketing de la exclusividad. Aquel Sang Bleu llevaba a radicales posibilidades estéticas la caja reconocible del Big Bang. Una interpretación de fuste arquitectónico más complejo. Y una propuesta mecánica que transformaba las agujas del reloj en cuerpos geométricos —una suerte de poliedro tridimensional cuyas superficies planas se atrevían a proyectar como símil el volumen finito de cada vida—.
Manecillas de tatuador
Las clásicas manecillas eran sustituidas por dos discos octogonales de diferente tamaño con la indicación de horas y minutos en dos vértices, así como un tercer disco más pequeño en el centro con el segundero. Una configuración completamente inédita de la carátula de un reloj y la lectura de la hora. La propuesta jugaba con la simetría perfecta del dibujo de los discos y añadía un elemento misterioso imposible de identificar: se observa que corre el paso de los segundos, pero el disco central no señala expresamente ningún indicador. Otros detalles fueron la nueva tipografía creada por el estudio de Sang Bleu para los números arábigos, o el ya más clásico toque técnico que convertía el rotor en el fondo del calibre UNICO HUB1213 en una figura geométrica con el estilo de Maxime Plescia-Büchi, el fundador del estudio Sang Bleu.
Y la colaboración no se quedó ahí, sino que tuvo continuidad con una nueva pieza mucho más sofisticada que se atrevía con el Santo Grial de la precisión: el cronógrafo. Así nació el Sang Bleu II. Y aquí es donde se reencarna este Big Bang Unico Sang Bleu II Mexico con el calibre de manufactura HUB1240. Un cronógrafo flyback automático de rueda de columnas con indicación de fecha. Pieza robusta de 45 milímetros con hermeticidad resistente a 100 metros.
Que estamos hechos de tiempo es una aseveración simple de aspiraciones metafísicas. Y aunque podemos interpretar nuestro cuerpo completo como un mapa desdibujado por las marcas sensibles de los momentos que hemos vivido, las verdaderas huellas quedan ocultas en profundas emociones que no siempre dominamos. El reloj biológico despierta con las impresiones que el pasado auspició, el presente retiene y el futuro, como insondable designio, continúa tatuando en el corazón repleto de intuiciones.
FICHA TÉCNICA
Hublot Big Bang Unico Sang Bleu II Mexico