Durante los años 50, gran cantidad de relojes se caracterizaron por su elegancia y sencillez, ya que justo la ausencia de elementos les otorgaba un aura particular de belleza. Para rendir homenaje a estos cánones estéticos, Vacheron Constantin lanzó la colección Patrimony, cuya característica principal consiste en mantener el minimalismo visual para concentrarse en afinar aquellos detalles que podrían pasar desapercibidos para los ojos inexpertos, pero que marcan toda la diferencia.
Además de la caja construida con el material citado, poseen denominadores comunes como una esfera de platino en acabado arenado, firma secreta con la leyenda “Pt950” entre las 4 y la 5 horas, agujas en oro blanco de 18 quilates, índices y minutería perlada, correa de piel de cocodrilo color azul oscuro cosida a mano y una hebilla de platino en forma de cruz de malta.