Si todavía quedan piratas y sabios lobos de mar, aquí están. Porque la America´s Cup es la más bella sublimación de las batallas navales de otra época. Un ejemplo incomparable del deporte como gran competencia cultural que redoma los instintos extremos de supervivencia y eleva a nueva hazaña de la civilización nuestra lucha mortal contra el medio hostil y el adversario más temido. “¡Majestad, no hay segundo!”, evoca la vieja sentencia.Y la victoria en esta 36ª America´s Cup fue del Emirates Team New Zealand (ETNZ), patrocinado por Omega, frente al Luna Rossa Prada Pirelli, aliado de Panerai.
El trofeo de vela más relevante del mundo nació en 1851 por un desafío del New York Yacht Club al club inglés Royal Yacht Squadron de Cowes. Los estadounidenses llevaron su goleta America a la isla de Wight, al sur de Inglaterra, para competir con el mejor yate británico. Y fue el America el más rápido y quien se llevó “la histórica jarra de plata de cien guineas. La carrera adoptó desde entonces el nombre del velero. La reina Victoria, muy atenta en aquella primera regata, preguntó a su lacayo: “¿Quién va primero?”. A lo que respondió su sirviente: “El America, Majestad”. Y la reina, inquieta e insistente, volvió a preguntar: “¿Y el segundo?”. La sentencia final quedó para los anales de historia del deporte: “Majestad, ¡no hay segundo!”.
La vieja jarra
Más que una simple carrera de botes, simbolizó una gran victoria del nuevo mundo sobre el viejo continente, un triunfo que desbancó a Gran Bretaña como potencia marítima indiscutible. Era el nuevo orden que comenzaba a imponer la joven democracia de Estados Unidos. Y pasarían más de 100 años antes de que le quitaran la victoria a Nueva York ya a finales de los 80 del siglo pasado. El comodoro del New York Yacht Club, John Cox Stevens, y el resto de su sindicato de propietarios vendieron la célebre goleta America y regresaron a Nueva York como héroes. Donaron el trofeo al Club de Yates de Nueva York y declararon que la Copa sería “una copa de desafío perpetuo para la competencia amistosa entre naciones”.
“La Vieja Jarra” (Auld Mug) es el trofeo más antiguo del deporte internacional. El origen de feroces rivalidades y espectaculares duelos. Durante 170 años, este trofeo de 27 pulgadas (68,58 cm) de alto, elaborado con 134 onzas (3,79 kg) de plata de ley. Aquí no hay segundo puesto: se gana o se pierde. Ya no compiten goletas ni veleros. Como los F1 del mar, ahora son monoscascos AC75 que vuelan literalmente por encima del agua. Montan hidroalerones en forma de T a babor y estribor, una vela mayor semisable de doble cara y no cuentan con quilla. Una aerodinámica endemoniada para alcanzar hasta los 50 nudos —más de 90 km/h—.
Kiwis marinos
“¡Majestad, no hay segundo!”, susurran las sirenas en el puerto a los competidores. La Copa América es la primera competencia deportiva de la historia —sin contar las Olimpiadas de la antigua Grecia—. Y en esta última batalla han sido marineros privilegiados Omega y Panerai. La 36ª America’s Cup reestructuró el calendario por segunda vez debido a la pandemia. Auckland, la mayor ciudad de Nueva Zelanda, acogió la esperada final. Y en el séptimo día de competencia, los kiwis del Emirates ganaron la carrera 10, derrotando al equipo retador Luna Rossa con un margen de 7 carreras a 3 en el puerto de Waitemata. Es la 4ª Auld Mug del ETNZ —1995, 2000 y 2017—.
Los dos equipos se enfrentaban 21 años después de su primer duelo en el 2000, año en el que Omega también tuvo el papel de Cronometrador Oficial de la regata —y en 2003 posteriormente—. Por tercera vez, como firma cronometradora oficial de la 36ª Copa América, presentada ahora por Prada, Omega lanzaba una pieza exclusiva: un Seamaster Planet Ocean 36th America´s Cup con esfera blanca y detalles en rojo y azul como tributo a los colores del logo de la Auld Mud. Pero además del patrocinio general, cabe señalar que la firma relojera es fiel aliada del ETNZ desde 1995. La heroica tripulación kiwi defendía el título de campeón en esta edición 2021. Y Omega también manufacturó un nuevo cronógrafo Seamaster Diver 300M America´s Cup para la tripulación del ETNZ.
Laboratorio del mar
Hasta cuatro ediciones ha presentado la firma florentina en su poderosa asociación con el equipo Luna Rossa Prada Pirelli como sponsor oficial. Una tripulación envidiable para surcar las olas: Luminor Luna Rossa GMT (42 y 44 mm), un Chrono flyback, Regatta y un Submersible, este último lanzado en México en el SIAR 2019. Una verdadera alianza natural de dos firmas históricas italianas que convergen en diseño, tecnología y pasión por el mar. Y como ejemplo la caja de los relojes emplea la fibra de carbono que también usa el Luna Rossa. El revolucionario monocasco tocó el agua por primera vez el 2 de octubre de 2019. Y tras ganar al Ineos Teak UK en la Copa Prada el pasado mes de febrero, Luna Rossa se ganó el derecho a desafiar en la final al Emirates Team New Zealand. Era la tercera vez en la historia que un equipo italiano competía por la ansiada Jarra. Y como aquel lacayo con espíritu de reportero deportivo comentó a la reina, en esta carrera en el mar “¡Majestad, no hay segundo!”.—Leslie López.