Conflictos globales, crisis económica y una pandemia. Lo mismo hoy que hace 100 años… Y, si es verdad que la historia se repite, entonces debemos prepararnos porque, superada la época aciaga, la euforia y el desenfreno vienen por nosotros. Cuando menos así pasó cuando Vacheron Constantin creó el Historiques American 1921 (más conocido como “American 1921”). Había terminado la Primera Guerra Mundial, la gripe española que cobró 50 millones de vidas por fin se diluyó y de la reactivación económica surgió la esperanza. El escritor Francis Scott Fitzgerald, autor de El gran Gatsby —la novela más recurrida cuando se habla de “los locos años 20”—, opinaba que en esa década “las fiestas eran más largas, los ritmos más rápidos, los shows más largos, los edificios más altos, la moral más relajada y el alcohol más barato”.
Permeado por ese espíritu de extravagancia y vanguardia, el American 1921 hizo su aparición como una pieza hecha especialmente para el mercado estadounidense. En 1919 Vacheron Constantin ya había hecho pruebas de este peculiar reloj que se distingue por su caja tipo cojín con indicación diagonal, pero fue en 1921 —cuando se realizó la primera serie especial para Estados Unidos— que sus códigos estéticos quedaron definidos al 100 por cierto. Elegante, pero irreverente, su diseño respondió de manera perfecta al zeitgeist y se convirtió en un acompañante ideal para los amantes de los autos quienes, gracias a la lectura diagonal, podían leer la hora con facilidad.
100 años han pasado y el American 1921 de Vacheron Constantin sigue siendo cool
Imaginemos cómo era llevar este reloj hace 100 años. Imposible no recurrir a las imágenes que Fitzgerald clavó en el pensamiento colectivo. Un descapotable pasa entre edificios art déco. El viento en el rostro, los guantes de cuero, las plumas, los sombreros y hasta podemos escuchar un poco de jazz. El American 1921 de Vacheron Constantin fue oportuno y arriesgado. Y esa segunda característica es la que le ha permitido sobrevivir a un siglo de ir y venir de modas y moods, sin que su estado de frescura sea alterado. Para comprobarlo, fuimos a San Francisco, más específicamente a Cavallo Point, un hotel de lujo parte de Preferred Hotels & Resorts que, hace 100 años, era una base militar llamada Fort Baker.
Un siglo permitió que las instalaciones de aquel lugar hoy sean suites con vistas privilegiadas al Golden Gate. Las construcciones históricas se combinan con otras de diseño contemporáneo en medio de un paraje quieto dentro del Área Recreativa Nacional Golden Gate. Cerca de Sausalito, el hotel provee de bicicletas y autos eléctricos a sus huéspedes para que puedan explorar los alrededores. Así que para ver al American 1921 en su elemento, invitamos al artista urbano Virgil Warren a ponerlo a prueba a bordo de un Lexus.
Arte, cultura pop y vanguardia
Virgil Warren tiene 20 años y cada vez más reconocimiento en los círculos del arte urbano del San Francisco. Utiliza el dibujo y el grafitti como medios, inspirándose en la cultura pop. “Tomo elementos de los cómics, la música, la televisión y, de algún modo, del reciclaje del pasado, de algunas cosas que son o que fueron importantes para mí. Las combino como en un dibujo que hice de Ice Cube junto a Nixon y Ronald Reagan. Eso, para mí, representa un statement de cómo pienso”.
Descubrió su pasión por el arte desde que era niño y lleva años en la práctica, pero la cuarentena fue especialmente prolífica para él. Comenzó a trabajar para músicos, firmas de discos y a realizar obras comisionadas. Al mismo tiempo aumentó su producción de trabajos personales y los llevó a prendas que vende en bazares de moda y arte o en Instagram (pese a no ser un fanático de las redes sociales). Además, hace diseños para la marca de ropa californiana Homme + Femme.
«El arte es mi única forma de entender el mundo»
—Virgil Warren
Lo sabemos: la moda pasa de moda, pero el estilo —y el arte— permanecen
Dada su fascinación por “reciclar el pasado” y combinarlo con las estéticas y pensamientos actuales, Warren fue la persona ideal para probar la nueva edición de este reloj. Y es que ante el lanzamiento de tres versiones con las que se celebra su aniversario, nos preguntamos: ¿Sigue siendo el American 1921 de Vacheron Constantin un reloj cool? ¿Es aún una pieza por la que apuestan las personas que constituyen la vanguardia en una de las ciudades más efervescentes del mundo? La respuesta es sí. “Me encantó, es mucho mejor que mi Seiko…”, dice Warren entre risas. “Pero en serio, no solo está el hecho de que es muy cómodo, sino que me gustan todos los detalles. Quizá yo me fijo mucho en eso, pero la tipografía me encanta. Mira el cuatro, es perfecto, puedo verlo durante horas. Aprecio mucho esos detalles y wow, es tan brillante que parece un espejo. En definitiva, es una pieza de arte.”
Y, como tal, este reloj ve pasar el tiempo, pero no envejece.
FICHA TÉCNICA
Historiques American 1921