El lado oscuro de la fuerza

Vuelve “el arte del esqueletado” del atelier de Lucerna. La colección SkelTec de Chronosiwss nació el año pasado y comienza ya a ofrecer un abanico de interesantes piezas. Chronoswiss SkelTec Pitch Black se tiñe completamente de negro. Oliver Ebstein ya experimentó con ese mismo color este año en una nueva versión muy atractiva del Open Gear Resec. Estamos ante el lado oscuro de la fuerza relojera.

Chronoswiss SkelTec Pitch Black mantiene la arquitectura ligera y minimalista propia de la colección. Una sólida caja que integra bien sus componentes, como la corona y las asas, con un movimiento que es en sí mismo calibre y esfera. El diseño del calibre C.304 (manual) mantiene sus pilares estructurales con forma cruzada y sostiene el anillo de los minutos en el aire. Y sobre ese mismo soporte circular también se sujeta el barrilete a las 12 h y el conjunto de volante y espiral a las 6 h. El tren de engranajes de las funciones de horas y minutos es completamente visible del lado izquierdo de la esfera. Se trata de un movimiento de manufactura monobloque con el propio barrilete esqueletado y el volante completamente abierto.

Pitch Black

A nivel estético, este nuevo Chronoswiss SkelTec Pitch Black destaca por su color negro monocromático —a excepción de algunos componentes metálicos—. Es un reloj de acero, pero con tratamiento DLC negro. El esqueletado de la carátula luce un negro galvanizado con acabado mate. Y su bisel estriado cuenta con un acabado arenado también mate. La propia filosofía monocolor, obviamente, se inclina por vestir la pieza con una correa negra que combina piel de becerro y textil como las ya empleadas por otras variantes del la familia SkelTec. “Este reloj está de verdad en el lado oscuro”, señala irónicamente Mike Panziera, diseñador de Chronoswiss.

Un ejercicio escultural sólido y moderno. El calibre de esta pieza cuenta con 166 componentes y la caja está conformada por 51 partes armadas orgánicamente. Chronoswiss SkelTec Pitch Black es una pieza constructivamente muy llamativa que alcanza los 45 mm de diámetro y exhibe su universo interior de forma completamente transparente y sin pudor gracias a un cristal de zafiro abombado con tratamiento antirreflejante por ambas caras. “Es un principio fundamental de diseño. Cuando se elimina una gran cantidad de material circundante, lo que queda toma el papel principal”, señala Panziera. “Obviamente, SkelTec es una interpretación contemporánea del esqueletizado, todos los excesos ya se han quitado en la mesa de dibujo”. Es el lado oscuro de la fuerza de un atelier suizo que vive el mejor momento creativo de su historia reciente.