La manufactura de Château de Môtiers está de celebración. Cercana al bicentenario nos ha sorprendido con una nueva pieza de la colección Fleurier Grandes Complicaciones. Virtuoso VIII es el festejo de 195 años de savoir-faire contemporáneo que se vuelca en llevar la tradición relojera artesanal a niveles de excelencia que parecen insuperables.
El movimiento de este nuevo miembro de la colección incorpora unas novedades importantes, además de tres de las patentes ya presentes en el Tourbillon Braveheart de 2015. Para el Virtuoso VIII se ha optado por una estructura típica de los relojes del siglo XIX con una platina plena y puentes ahuecados en una sucesión de volutas. Se ha creado un nuevo órgano regulador con un volante de inercia variable apoyado en seis sujeciones y se ha desarrollado, igualmente, una espiral específica.
La esfera de los segundos ha sido fijada a la rueda de la jaula, para lo cual tiene que ser fijada a la platina durante los primeros procesos de ensamblaje. Es una operación muy delicada que impide montar los movimientos antes de conocer el modelo de esfera elegido por el cliente. Por último, la reserva de marcha de más de diez días alimentada por un único barrilete ha sido dotada de un diferencial esférico objeto de dos patentes. Gracias al diferencial, el número de giros de la corona necesarios para completar la carga se reduce a la mitad sin aumentar la fricción y la fuerza a las que está sometido el engranaje. Se ofrece en dos ediciones personalizables de 39 piezas, en oro rojo y blanco. El platino se reserva para los pedidos.