Scheufele convoca a los coros angélicos

Chopard entona la sinfonía de la eternidad con una trilogía de sonerías espectacular.

Música celestial e imponente relojería. Tres piezas realmente espectaculares que aúnan lo mejor de la relojería clásica con la innovación tecnológica y acabados artesanales. Scheufele convoca a los coros angélicos para que Chopard celebre el 25º aniversario de la colección L.U.C a bombo y platillo: Full Strike Tourbillon, Full Strike Sapphire y Strike One, dos repetidores de minuto y una sonería al paso, respectivamente.Que suene la música.

Aquel Full Strike que ganó el Aiguille d´Or en el GPHG de 2017 está desarrollando un linaje sobresaliente. Karl-Friedrich Scheufele ha sumado al proyecto el fino oído de los virtuosos Renaud y Gautier Capuçon —los dos hermanos más reconocidos del panorama musical clásico francés—. Y esa afinación emocional de las precisas matemáticas que conforman la música también va avalada científicamente por el profesor Romain Boulandet, jefe del Laboratorio de Acústica Aplicada de la Escuela de Ingeniería de Ginebra HEPIA.

A la izquierda, Renaud Capuçon, en el centro Karl-Friedrich Scheufele y a la derecha, Gautier Capuçon.

Así que tenemos una trilogía de relojes para componer una auténtica banda sonora de película. La firma señala que, en 2018, cuando Karl-Friedrich Scheufele asistía a un concierto del violinista Renaud Capuçon se dio cuenta de que un reloj de repetición de minutos debía concebirse como un instrumento musical y ofrecer una cosa más: emoción. Lo ha conseguido. Scheufele convoca a los coros angélicos en Fleurier. Una obra sinfónica interpretada por los tres solistas L.U.C que resonará este año del 25º aniversario de la colección.

L.U.C Full Strike Sapphire

Como un místico que busca el aspecto esencialmente divino de lo material, este L.U.C Full Strike Sapphire es una auténtica revolución espiritual. Potente, claro, armonioso y cristalino. Qué maravilla esta audacia de Chopard por desnudar el sonido, buscar la transparencia física de la música, algo realmente inmaterial. Caja, bisel, carrura, corona, fondo y esfera son completamente tallados en bloques de zafiro. La transparencia de la música viva para el primer reloj primicia, no metálico, que obtiene la certificación del Punzón de Ginebra.

Aquellos originarios timbres de zafiro que usaban el cristal como amplificador del sonido, ahora “contagian” materialmente a la pieza con más zafiro. Y el resultado es la homogeneidad de toda la propagación del sonido como un verdadero instrumento que fusiona forma y fondo. La caja es de 42,5 mm y 11,55 de grosor. Son las idénticas proporciones de las versiones anteriores del Full Strike.

L.U.C Full Strike Sapphire mantienela minutería tipo ferrocarril grabada y pintada sobre el zafiro. Y juega con detalles estéticos como la vuelta de horas marcada con índices aplicados de espiga rodiados y marcadores de horas en negro. En el diseño completamente abierto de la esfera, se muestra el logo L.U.C Chopard en oro blanco. Cuenta con un pequeño segundero a las 6 h y, casi desapercibido por la visión de todo el mecanismo, el doble indicador concéntrico de la reserva de marcha del movimiento y del repetidor de minutos a las 2 h.

En este primer calibre L.U.C 08.01-L manual, sin tourbillon, podemos reseñar la mayor autonomía de reserva de marcha hasta las 60 horas. Gracias a la tecnología del doble barrilete (Chopard Twin), la energía del repetidor de minutos procede de un barrilete autónomo que se carga específicamente a través de la corona —aquí no hay palanca de armado—.

Por cierto, Chopard señala que el proceso de fabricación de esta compleja pieza de cristal cumple con sus protocolos de sustentabilidad. No sólo es el oro ético, la firma se mantiene fiel a su espíritu de desarrollo sostenible en la fabricación de todos los productos. Una pieza limitada sólo a 5 ejemplares.

L.U.C Full Strike Tourbillon

El nuevo L.U.C Full Strike Tourbillon se atreve a sumar la complejidad del dispositivo antigravedad. A nivel estético, es la primera vez que luce una esfera casi completamente cerrada. Sólo exhibe el tourbillon a las 6 horas con su puente de zafiro, así como el recorte de la carátula entre las 9 y 11 horas para mostrar los martillos de acero.

No hay que pasar por alto que la pieza cuenta con siete patentes —seis más una solicitud en curso—. Destacan los aspectos técnicos de la sonería: cristal y timbres monobloque de zafiro patentado por Chopard con el primer Full Strike; el mecanismo de báscula de embrague que garantiza el bloqueo del tren de ruedas para evitar perder reserva de marcha; sistema de arrastre específico de los rochetes que evita tiempos muertos durante la sonería; y el dispositivo de desencadenamiento de la sonería con el cual se puede actuar sobre el pulsador durante el funcionamiento, o no, de diferentes formas —es la solicitud de patente en curso—.

Este último es un nuevo dispositivo de activación de la sonería. En cuanto se activa, el pulsador se desactiva y, de este modo, es imposible perturbar el funcionamiento del repetidor de minutos o dañarlo. L.U.C Full Strike Tourbillon garantiza el sonido de modo inteligente. Si su barrilete ya no dispone de la fuerza suficiente para el repetidor de minutos, un mecanismo de seguridad bloquea su activación. Al exigente desarrollo técnico del reloj, hay que sumar el regulador con tourbillon de un minuto, su áncora monobloque y el volante de inercia variable, todo también bajo patente de Chopard.

Con buen gusto por el trabajo artesanal, la esfera es de oro rosa en gris rutenio con guilloché a mano. Agujas dauphines fusée y números romanos para las horas y los minutos; y agujas bastón para la indicación de reserva de marcha del movimiento y de la sonería en una original disposición concéntrica. Una pieza, como las dos que siguen, con el sello Punzón de Ginebra. En caja de oro rosa (ético) de 42,5 mm, se trata de una edición limitada de 20 piezas.

L.U.C Strike One

Y como no hay dos sin tres, aquí llega el nuevo L.U.C Strike One para redondear la composición musical del 25º aniversario de la colección L.U.C. Chopard lo presenta como nueva generación de sonería al paso. Elegante, de aspecto sencillo y también sofisticado como sus hermanos dotados con timbre de zafiro pegado al cristal.

La firma ha optado para esta pieza por el traje clásico del modelo L.U.C XPS 1860. Tan solo un leve recorte para exhibir el martillo a la 1 h rompe la esfera homogénea de oro con acabado gris rutenio y guilloché central de colmena —uno de los emblemas más reconocibles con los que Louis-Ulysse Chopard representaba sus talleres—.

A diferencia de los repetidores de minutos, la sonería al paso tintinea únicamente cuando la aguja de los minutos alcanza las doce. Veinticuatro veces al día, a la hora en punto, su martillo se arma automáticamente y golpea la campana una sola vez. Para esta función mecánica ya establecida, guarda todo el sentido que el reloj tenga un movimiento de carga automática con microrrotor de oro ético grabado y doble barrilete Chopard Twin que ofrece una reserva de marcha de 65 horas.

Pese a la menor complejidad de la sonería en comparación con un repetidor de minutos, Chopard no ha querido desaprovechar el momento para desarrollar técnicamente el mecanismo. Es un nuevo calibre que mejora aquel primer movimiento con sonería al paso de Chopard en 2006. Ahora el pulsador se integra ahora en la corona, no como antes a las 10 h. Y la discreta ventana situada a las 12 h permite ver si está activado, o en modo silencioso. Este nuevo movimiento L.U.C 96.32-L es también más fino que su predecesor. El L.U.C Strike One cuenta con un grosor total de 9,86 mm. Una pieza sobria y elegante que viste correa de aligátor gris. Edición limitada a 25 ejemplares.

L.U.C Full Strike Sapphire

Calibre L.U.C 08.01-L manual COSC

28,800 alt/h

Marcha 60 h

Repetición de minutos

Esfera abierta de zafiro

Caja zafiro
42,5 mm

Correa piel de aligátor

Punzón de Ginebra

Edición limitada: 5 piezas

L.U.C Full Strike Tourbillon

Calibre L.U.C 08.02-L manual COSC

28,800 alt/h

Marcha 50 h

Repetición de minutos y tourbillon

Esfera de oro rosa color gris rutenio

Caja oro ético

42,5 mm

Correa piel de aligátor

Punzón de Ginebra

Edición limitada: 20 piezas

L.U.C Strike One

Calibre L.U.C 96.32-L automático COSC

28,800 alt/h

Marcha 65 horas

Sonería

Esfera de oro color gris rutenio

Caja oro ético

40 mm

Correa piel de aligátor

Punzón de Ginebra

Edición limitada: 25 piezas

Leslie López

Lector antes que editor. Planté un limonero y escribí un libro. Espíritu deportivo para templar el ánimo. Ldo. en Filosofía (Univ. de Sevilla) y Máster de Periodismo (Complutense de Madrid).

Artículo anterior

Regresan los héroes de los cielos

Siguiente artículo

Espíritu indomable de aventura

Notas relacionadas

Alma Delia Pacheco

Directora comercial relojes

Heredé el gusto por los relojes desde niña y profesionalmente por el diseño. Desde hace 21 años estoy en este fascinante sector relojero, trabajando de la mano junto con las marcas haciendo estrategias comerciales y de marketing.

SANDRA GUERRA

Coordinadora de Eventos

Ingeniera industrial que encontró en la relojería las máquinas ideales para articular experiencias, arte y creatividad en un engranaje impulsado por personas extraordinarias. Más de 88,600 hrs. de vuelo en estrategia y…

KEVIN GONZÁLEZ

Diseñador digital y multimedia

Geek millennial, amante de la tecnología. Ing. en comunicación multimedia, llevo los relojes mecánicos a la dimensión digital. Siempre al tanto de las tendencias tecnológicas.

LESLIE LÓPEZ

Director editorial

Lector antes que editor. Planté un limonero y escribí un libro. Espíritu deportivo para templar el ánimo. Ldo. en Filosofía (Univ. de Sevilla) y Máster de Periodismo (Complutense de Madrid).

CARLOS ALONSO

Director general

Los contenidos en evolución son su razón de ser sin que importe el soporte. “La vida y la relojería, donde se ha especializado por más de 30 años, no son nada sin contenido”. Después de que los soportes hayan vivido una revolución tecnológica es momento de volver a defender el buen periodismo como una necesidad general.

CARLOS MATAMOROS

Colaborador Autos
Recibió su primer reloj a los siete años, aprendió a cuidarlo y desde ahí ya no hubo vuelta atrás. Gracias a la carrera espacial y a las de autos, su pasión se dividió entre las máquinas que miden el tiempo y las dedicadas a vencerlo.

ANDRÉS MORENO

Redactor

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.
Total
0
Share