Un hotel cinco estrellas como galería de arte contemporáneo en Madrid

Con espectaculares vistas sobre el Palacio Real, el VP Plaza de España Design exhibe 300 obras creadas para sus espacios. Como dos inmensos paneles de Jan Hendrix y una monumental cascada de 25 metros de altura del catalán Pere Gifre.

No todo el lujo en la capital de España está en el Barrio de Salamanca o en el Paseo de la Castellana. Madrid ofrece alternativas a los visitantes sibaritas para salir de la rutina. Despertar con panorámicas que enmarcadas en la ventana parecen cuadros de Antonio López sobre el Palacio Real, o el revitalizado corredor de Plaza de España hacia el Templo de Debod y los Jardines de Sabatini permiten una aproximación a la urbe más autóctona sin prescindir de lo que ofrecen los barrios más internacionales. Si además la propuesta incluye obras únicas de una docena de destacados artistas contemporáneos, casi todos españoles, vale la pena considerar la propuesta del hotel VP Plaza de España Design.

Esta estancia es una rara avis en el sumario de hoteles cinco estrellas de la capital de España. Aunque ofrece lo mismo que las más reconocidas franquicias internacionales en las grandes ciudades -spa, gastro experiencias, fitness, alberca, salas para encuentros corporativos- este proyecto de iniciativa española se diferencia por el inventario artístico que se distribuye por su hall, corredores, habitaciones y restaurantes. Algo que lo convierten en un destino en sí.

Estética silenciosa

El hotel de lujo como colección privada de arte para crear vínculos diferentes para sus huéspedes entre lo urbano y la naturaleza. El despacho B720 Arquitectos y los decoradores Cuarto Interior y Gronda han concebido un gran edificio rehabilitado en el epicentro de la ciudad con una estética silenciosa. Un espacio que cede el protagonismo al arte y a los 1,500 elementos únicos. Todo lo demás de un ciclo estrellas se da por entendido.

Desde la entrad, los dos enormes paneles del holandés afincado en México Jan Hendrix nos remiten a escenarios asiáticos en fraternidad con entornos de sosiego. Ginkgo Biloca es un lienzo de acero y cristal en forma de biombo con motivos tomados del árbol japonés que primero retoñó después del desastre de Hiroshima. Hendrix, que ha bebido en la grandiosidad del muralismo mexicano, ha permeado con su idea de hacer conversar lo citadino y el medio ambiente a otros espacios del hotel.

En la fachada principal que da entrada al Biloba Spa también hay hojas del árbol y el restaurante sky bar del rooftop se llama Ginkgo. La propuesta gastronómica del hotel es una fusión entre lo asiático y lo español como un todo entre el arte y sus experiencias.

Un cascada impactante

Pero la obra más espectacular del hotel es The Waterfall. No está a la vista de los visitantes accidentales. En el patio interior que forman algunas de sus 17 plantas de habitaciones una monumental escultura de 25 metros recrea una cascada metálica que salpica agua, lava, mercurio y cambia de tonalidades con la luz. La obra parece escurrida del suelo de cristal de la piscina de la plata panorámica en lo más alto. Gifre ha regresado aquí a la misma escenografía impactante de su Wings of Atlanta que ideó para el aeropuerto internacional de la ciudad americana.

En el recorrido como experiencia artística por el hotel destaca los dos cuadros sobre las chimeneas frente a la recepción de Dario Urzay. Se trata de uno de los creadores actuales destacados del panorama plástico español que cuenta con obra en el Guggenheim y en el Museo Reina Sofía. Los dos lienzos con técnica de papel cortado en blanco sobre blanco del cántabro Nacho Zubelzu titulados Trashumancia del Dragón, componen un díptico corredizo que esconden el lobby bar. Arte funcional práctico de gran belleza zen para hacer la estancia más reposada en la zona más transitada de la ciudad. 

Meteoritos de Hèlène Bergaz

Cada habitación tiene obra original única. La cálida decoración de los espacios huye del diseño instagrameable. Está creada para hacer que resalten, por ejemplo, los montajes fotográficos con meteoritos de Hèléne Bergaz. Y en el estacionamiento privado del hotel, otro lujo en el centro de Madrid. El muralismo urbano de Julián Polvorinos da un efecto escapista con bosques encantados que se pueblan de diablos a medida que descendemos hacia lo profundo.

El VP Plaza de España Design es uno de los primeros hoteles en España con el certificado internacional Leed Gold por su alto compromiso con la sustentabilidad. De ahí que la obra seleccionada para su VP Private Art Collection busque como referente el arte Povera italiano y el americano Land Art de los años 60. Ambos establecen lazos entre los materiales orgánicos naturales y su integración en la vida cotidiana. El hotel situado en el número 5 de Plaza de España dispone de 214 habitaciones. Además, tiene una de la vista panorámica más privilegiadas desde el Ginkglo Sky y la piscina panorámica sobre el centro de Madrid.   

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