La buena salud de la industria relojera

Las cifras publicadas por la FHS y los grandes grupos de lujo confirman la buena marcha del negocio relojero. Y, por lo que intuimos, lo mejor está por venir.

La industria relojera está mejor que lo esperado. Mucho mejor. Las cifras que hemos ido conociendo del sector en los últimos días del ejercicio 2021 confirman la rápida recuperación de la industria relojera y la buena salud de sus principales actores. La más alentadora ha sido la aportada por la Federación de la Industria Relojería Suiza (FHS), muy bien acompañadas por los datos aportados por los grandes grupos (Richemont, LVMH y Swatch Group). El conjunto nos dibuja un panorama bastante interesante de la situación. Y en todos los casos hay sorpresas. 

Comencemos por los datos de la FHS. Según lo publicado la pasada semana por este organismo público, la relojería suiza cerró 2021 con unas exportaciones totales de 21,214 millones de francos suizos. Esta cifra supone un crecimiento del 31.4% registrado en 2020 y, mucho más llamativo, una subida de 3.5% respecto al resultado de 2019. La cifra es tremendamente positiva si tenemos en cuenta el buen ejercicio que fue para la relojería aquel 2019. La cifra es aún más espectacular si nos centramos solo en diciembre, tradicionalmente un mes de muchas ventas. El aumento respecto a las importaciones de hace dos años fue de 8.4%. Dicho de otro modo, la relojería suiza ha recuperado, y con creces, la tendencia positiva de hace dos años. La crisis de la pandemia mundial de la COVID mantiene aún su perfil social, pero en el económico está completamente superada en el mundo relojero. 

Menos piezas y más caras

Un dato relevante que siempre conviene observar antes de pasar al comportamiento de los principales mercados. Aunque las cifras de exportaciones suizas son francamente buenas, hay que señalar que este incremento se basa en el aumento del precio medio de los relojes exportados. Este es un detalle que no se cansan de señalar expertos como Oliver Ralph Müller y Thomas Baillod. Si nos fijamos en el volumen de piezas exportadas, la cifra no para de descender cada año, con la excepción de este último, dado el componente excepcional que tuvo 2020 para la industria. Según la FHS, en 2021 Suiza exportó alrededor de 15,72 millones de relojes de pulsera. Si comparamos este número con las cifras de 2016, Suiza ha dejado de exportar 9.7 millones de relojes de pulsera al año. Casi nada. 

El amigo americano

Pasamos al análisis de datos según destino de las exportaciones. El dato más llamativo es la recuperación por parte de Estados Unidos del título de principal destino de la relojería suiza. El ‘amigo’ americano importó de Suiza relojes por valor de 3,078 millones de francos suizos. Este número supone un espectacular incremento del 27.8% respecto a la cifra de 2019

Estados Unidos toma el relevo de China, que vuelve a ocupar la segunda posición, aunque muy cercado del país norteamericano. Las cifras de China son igual de espectaculares. En 2021 importó por valor de 2,967.2 millones de francos suizos, lo que supuso un incremento del 48.8% en comparación con 2019. No hay que olvidar que China el único país importante que tuvo en 2020 unas cifras positivas de exportaciones. 

Un somero repaso del resto de principales destinos nos indica que la recuperación se ha centrado casi en exclusiva en estos dos gigantes. En comparación con los datos de 2019, solo Singapur y Emiratos Árabes Unidos logran mejorar sus cifras. Países como Reino Unido, Francia, Alemania e Italia mantiene los números negativos como demostración de su dependencia del consumidor turista. 

Y un último apunte del análisis por países. México acabó el ejercicio 2021 escalando dos puestos en la tabla para situarse en la 19ª posición. El negocio nacional importó de Suiza relojes por valor de 199 millones de francos suizos, aún por debajo de los 218.6 millones registrados en 2019. No parece muy alentador, pero hay un dato que nos lleva a mantener nuestras esperanzas en el sector mexicano. El incremento de las exportaciones del país del año pasado respecto a 2020 fue de nada menos que un 42.8%. Ha sido la mayor registrada entre los veinte destinos más importantes de exportaciones suizas, con la única excepción de Estados Unidos (+54.9%). 

Fuertes subidas en LVMH 

Era lógico que estos buenos datos de la relojería tuvieran su reflejo en las cifras de los grupos, algo que hemos podido confirmar según nos han ido llegando las notas de prensa de los principales actores del sector. Comenzamos por LVMH, que en la nota emitida el pasado 27 de enero anunciaba 2021 como un año de récord entre las principales marcas del grupo. 

Antes de seguir, recordemos que LVMH, al igual que Richemont y Swatch Group, no da cuenta de resultados por firmas. Presenta sus datos de manera acumulada por sectores. Dicho esto, el segmento de Relojería y Joyería de LVMH registró en 2021 unas ventas por valor de 8,964 millones de euros. Una cifra realmente disparada respecto a 2020 (+167%) que tiene una sencilla explicación: la definitiva incorporación de las cifras de Tiffany & Co. a los datos del grupo. En cualquier caso, los responsables económicos de LVMH han tenido el detalle de corregir este dato para dar unas cifras más reales de comparación. Y el resultado es también de lo más alentador: un incremento del 40% en comparación con 2020 y un 7% respecto a 2019.  

Swatch en la senda de crecimiento

En fechas similares ha publicado Swatch Group sus cifras y las sensaciones son igualmente positivas. El gigante suizo acaba 2021 con unas ventas totales de 7,313 millones de francos suizos. Esto es, un 30.7% más que las ventas de 2020. Hay que recordar que 2020 fue un ejercicio muy malo para Swatch Group, por lo que el grupo ha decidido comparar los números de 2021 con los obtenidos en 2019 para confirmar la tendencia de crecimiento. 

Por lo que vemos, la recuperación de Swatch Group está siendo un poco más lenta. Según los datos globales, las ventas de 2021 fueron un 7.4% menos que en 2019. Aunque hay otro dato más importante que nos ayuda a repensar esta caída. La diferencia entre el segundo semestre de 2021 y 2019 ya cae al -2.6%. Y, centrados solos en el último trimestre del año, las cifras del año pasado son incluso mejores que las de 2019. En consecuencia, los directivos de Swatch Group no han dudado en pronosticar un muy buen 2022 si se mantiene esta tendencia de subida del negocio.  

Las joyas ganan protagonismo

La comparativa del grupo Richemont con sus competidores no puede realizarse en igualdad de condiciones al no haber presentado aún sus cuentas anuales. Richemont cierra su año fiscal el 31 de marzo. En cualquier caso, el grupo que cotiza en la bolsa suiza sí ha adelantado los números relativos al tercer trimestre del año. Ya adelantamos que nos les ha ido nada mal. 

El grupo al completo alcanzó en el tercer trimestre del año pasado una facturación de 5,658 euros. Esta cifra supone una mejora del 35% respecto al mismo periodo de 2020 y un 36% en comparación con el tercer trimestre de 36%. Por regiones, el continente americano protagoniza la subida más importante. Aumentó sus ventas un 53% respecto al tercer trimestre de 2019. En niveles parecidos se movieron Asia y Oriente Medio. Europa registró una subida más moderada, aunque también importante. Las ventas en el Viejo Continente subieron un 12% en la comparativa 2019-2021. 

Más significativa es la partida por área de negocio. Los 977 millones de euros que vendieron las firmas relojeras de Richemont en el tercer trimestre de 2021 representan un incremento de 19% en comparación con el mismo periodo de 2019. ¿Contentos en Richemont? Más lo tienen que estar con su área de joyería.

Conformada por las firmas Cartier, Van Cleef & Arpels y Buccellati, esta área facturó un total de 3,343 millones de euros en el tercer trimestre de 2021. Esto es, un incremento de nada menos que un 55% en comparación con el mismo trimestre de 2019. Este resultado confirma las fuertes subidas de los últimos años. La consecuencia más inmediata es que Richemont es, cada vez más, un grupo joyero. Solo por comparar. En 2017, en el total de facturación acumulado por ambas áreas, la relojería representaba un 30% y la joyería un 70%. Hoy en día esta diferencia es aún más pronunciada. El reparto es de 22.5% y 77.5%, respectivamente. Es incuestionable el protagonismo que ha tenido Cartier en estos resultados. ¿Se mantendrá así en el futuro? ¿Tendrá sus efectos en el siempre delicado juego de equilibrios que sostienen las diferentes jefaturas de Richemont? Tendremos que esperar para saberlo. 

Lo que queda por venir

Aún nos quedan muchos mas datos por conocer. Por ejemplo, conocer los resultados de las firmas independientes. Seguro que Patek Philippe aprovecha la cita de Watches & Wonders para comunicar los suyos en el ejercicio de 2021. Mientras los conocemos, Audemars Piguet ya ha comunicado sus números. Fue en la presentación digital de la colección conmemorativa del 50ª aniversario del Royal Oak. Bennahmias dedicó unos pocos minutos para indicar que Audemars Piguet había alcanzado unas ventas de 1.6 millardos de francos suizos en 2021. Con estas cifras, y según el informe elaborado por Morgan Stanley respecto al ejercicio 2020, la manufactura de Le Brassus estaría ahora mismo en condiciones de superar a Patek Philippe como cuarta marca suiza por facturación. Por delante solo quedarían Rolex, Omega y Cartier. 

Esperamos el informe de Morgan Stanley con cierta curiosidad para ver si todos estos datos se confirman. Lo más probable que lo tengamos con nosotros a mediados del próximo mes. Más allá de las claves que nos aporten el informe, queda claro que la relojería vive un momento bastante positivo. Hay razones para ver el vaso medio lleno. 

Andrés Moreno

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.

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