Incorporado a la disciplina de LVMH en 2020 después de un largo periplo en Cartier, Edouard Mignon está al frente del departamento de innovación de TAG Heuer tras su dilatada carrera en el Grupo Richemont. “La innovación y la vanguardia siguen siendo nuestros valores fundamentales de TAG Heuer, ilustrados muy claramente en el Instituto TAG Heuer creado en 2018, y del que han surgido todas nuestras últimas innovaciones, como también el departamento de Relojes Conectados, una verdadera Tech Company dentro de TAG Heuer”. Y nos cuenta los secretos de esta locura llamada TAG Heuer Carrera Plasma con Diamant d’Avant-Garde. “Al utilizar diamantes cultivados en laboratorio de una forma tan inédita, hemos querido desafiar la forma de hacer las cosas e infundir novedad y emoción a nuestras colecciones”, asegura Edouard Mignon, Chief Innovation Officer TAG Heuer & LVMH Watches & Jewelry Division.
—¿Cómo es el proceso y cuáles son las complejidades que conlleva liderar la innovación de la empresa sin olvidar la tradición?
—En TAG Heuer, el espíritu vanguardista está en el corazón de nuestro ADN, de nuestros valores y, por tanto, de nuestra estrategia. Innovamos constantemente para ofrecer los mejores productos a nuestros clientes y satisfacer sus expectativas, y al mismo tiempo intentamos mantenernos fieles a nuestra herencia relojera de 160 años, y todo lo que hacemos es siempre coherente con nuestra historia y nuestros códigos de diseño. Uno de los mejores ejemplos de este enfoque es, sin duda, el reloj TAG Heuer Connected, que es una fusión perfecta de tradición e innovación. Este reloj representa lo mejor de la tecnología, pero también es un verdadero reloj que encarna todo nuestro savoir-faire relojero tradicional. Otro ejemplo: el Solargraph, el primer reloj de la marca que funciona con energía solar, una tecnología moderna y duradera que encaja perfectamente con el ADN y la filosofía outdoor de la colección TAG Heuer Aquaracer.
Caja de aluminio anodizado de 44 mm con 48 diamantes sintéticos integrados. Y esfera con base de latón rodiado cubierta con una placa de diamante policristalino. Corona de diamantes también cultivados en laboratorio. Bisel de cerámica. Calibre Heuer 02 Tourbillon Nanograph.
TAG Heuer Carrera Plasma
—Lo cierto es que ha sido una de las grandes sorpresas. ¿Hay alguna razón más allá de la estética para entrar en este territorio de los diamantes de laboratorio?
—La idea principal del proyecto TAG Heuer Carrera Plasma es, una vez más, la vanguardia y la innovación. El TAG Heuer Carrera Plasma incorpora diamantes cultivados en laboratorio con nuestra inigualable tecnología Diamant d’Avant-Garde. Hemos querido desafiar la forma de hacer las cosas e infundir novedad y emoción a nuestras colecciones. Esta disrupción técnica es una nueva forma de dominar el diseño y el juego de la luz a través del material, y la versatilidad de los diamantes cultivados en laboratorio proporciona una base para la creatividad ilimitada. Se trata de un proyecto que llevamos planeando desde hace mucho tiempo y que introduce sólo el capítulo inicial por ahora de una larga historia aún por escribir.
—¿Y qué hace diferente a TAG Heuer en términos de innovación?
—En realidad, TAG Heuer ha sido siempre vanguardista. Este espíritu nos ha impulsado desde la creación de la empresa. En 1869, iniciamos una revolución en el mundo de la relojería con la primera patente basada en un sistema de cuerda de llave, accionada por la corona; luego, en 1916, introdujimos el Mikrograph como el primer contador mecánico que puede medir 1/100 de segundo. A finales de los años sesenta presentamos el Calibre 11, el primer cronógrafo con movimiento automático y microrrotor… Hoy en día, la innovación y la vanguardia siguen siendo nuestros valores fundamentales, ilustrados muy claramente en el Instituto TAG Heuer creado en 2018, y del que han surgido todas nuestras últimas innovaciones, pero también en el departamento de Relojes Conectados, una verdadera Tech Company dentro de TAG Heuer con recursos inigualables en nuestra industria. Por todo ello, TAG Heuer es el fabricante de relojes de lujo de vanguardia; hoy más que nunca.
—Si tuviera que elegir una contribución de TAG Heuer, ¿por cuál se decanta?
—En términos de innovación, destacaría por supuesto el espectacular TAG Heuer Carrera Plasma, con el Diamant d’Avant-Garde, un verdadero hito para TAG Heuer. Introducimos una nueva interpretación visual y técnica de los diamantes gracias a la tecnología cultivada en laboratorio de una forma vanguardista. Este avance abre posibilidades ilimitadas para futuros desarrollos, lo cual es muy emocionante.
Solargraph
—Quizá cuando se habla de avances, la gente piense en el Connected, en su rápida evolución, pero es el cambio que TAG Heuer ha realizado en sus colecciones mecánicas, sus desarrollos… y lo que está por venir. ¿Qué papel juegan otras innovaciones tan importantes como el Solargraph dentro de la empresa?
—Aunque el TAG Heuer Connected es, por supuesto, una gran plataforma para los avances tecnológicos, también nos impulsa la innovación en el lado mecánico y del cuarzo –el núcleo de nuestro negocio– y presentamos durante Watches & Wonders algunos avances muy importantes como el Solargraph, nuestro primer movimiento alimentado por energía solar que equipó el TAG Heuer Aquaracer Professional 200, así como el TAG Heuer Aquaracer Professional 1000 Superdiver con nuestro primer movimiento realizado con la Manufactura Kenissi. Todas estas novedades demuestran nuestra ambición de dar un salto adelante en cuanto a la calidad y las prestaciones de nuestros productos. Esto seguirá mostrándose en nuestros futuros planes de productos, por lo que puede esperar emocionantes anuncios por venir.
—¿Qué papel debe desempeñar el Solargraph en el futuro de la oferta de la marca?
—El calibre TH50-00 de Solargraph es un movimiento excepcional que estamos encantados de añadir a nuestra oferta. Ahora tenemos un plan para cada una de nuestras categorías de productos, en el que diferentes movimientos se dirigen a diferentes segmentos. El movimiento Kenissi producido para TAG Heuer, por ejemplo, es específicamente fuerte para los productos de alta gama. Lo mismo ocurre con el cuarzo y el solar, que se dirigen a una categoría de productos muy específica. En cuanto a los solares, nuestro objetivo es reforzar la durabilidad de nuestros relojes y la tecnología solar permite renunciar al cambio regular de la pila cada 2 o 3 años. Estamos convencidos de que esto representa un verdadero valor añadido para nuestros clientes, y ésta es también la razón por la que este reloj cuenta con una garantía de hasta 5 años.
—¿Y qué está por venir?
—No podemos revelar detalles en este momento, pero tenemos grandes planteamientos para TAG Heuer y creemos que la marca tiene un enorme potencial. Estamos trabajando para elevar su posicionamiento ligera y gradualmente en los próximos años, sin cambiar lo que somos, pero alimentando la deseabilidad, concentrando y refinando nuestra gama, y mejorando aún más la calidad de nuestros relojes, la calidad percibida y el valor de inversión.
Innovación y mercado
—El futuro permite imaginar… esta es una de las claves para entender TAG Heuer, ¿es también lo que define a Edouard Mignon?
—Creo en la construcción de puentes. Eso incluye puentes entre la relojería y otras industrias como la del automóvil, la aviación, la electrónica y otras. Tenemos mucho que aprender unos de otros en términos de innovación, técnicas y materiales. Y, por supuesto, los puentes entre las personas, algo que es fundamental para nuestro trabajo en el Instituto TAG Heuer, donde trabajamos en equipo con personas de muy diferentes orígenes, desde relojeros tradicionales hasta diseñadores, ingenieros, técnicos y científicos. Esta diversidad aporta muchas perspectivas diferentes y riqueza a nuestro trabajo. Y, en general, creo que hay que dar sentido a todo lo que hacemos: un reloj no es solo un producto que da la hora, es una expresión de lo que somos como marca. Y esa visión guía cada proyecto que tenemos.
—Y en su opinión, ¿la relojería necesita aumentar su cuota de innovación para mantener su atractivo en el mercado?
—Solo puedo responder por TAG Heuer, pero creemos que la innovación debe estar al servicio de nuestros clientes, mejorando su experiencia con un reloj, ampliando el abanico de posibilidades y creando valor para ellos, y no simplemente innovar porque sí, sin propósito. Como los clientes de relojes son cada vez más exigentes y demandan lo mejor de sus marcas favoritas, es una fuerza motriz para nosotros satisfacer y superar sus expectativas, pero siempre teniendo en cuenta este objetivo de progreso significativo.