Zenith explora los límites del espectro del color y del diseño. El violeta, el pigmento que alcanza mayor frecuencia de luz ante nuestros ojos, se convierte en aliado del revolucionario cronógrafo cuya frecuencia alcanza las centésimas de segundos.
Un desafío a lo invisible cuyo color se plasma en el propio movimiento, completamente visible gracias a la esfera abierta.
Zenith Defy 21 Ultraviolet es un lienzo de lo invisible. La aguja del segundero gira a toda velocidad y cubre toda la esfera en tan solo un segundo. Una pieza con tres contadores grises y un anillo alrededor también en gris —contador de 30 minutos a las 3 h, contador de 60 segundos a las 6 h y pequeño segundero a las 9—. Cuenta con indicador de reserva de marcha a las 12 h —garantiza 50 horas aproximadamente—.
La caja de titanio microgranallado de 44 mm juega en contraste con el violeta, el color de la realeza aplicado a los puentes del calibre El Primero 9004 automático, que lleva algunos acabados a tonos ultravioletas.
Viste una correa de caucho negro que complementa estas tonalidades llamativas, desde toques más cálidos a otros más fríos completamente morados. Los índices y las manecillas presentan acabados rodiados, facetados y recubiertos de SuperLuminova. Una rareza estética en la relojería.