“Para Hublot, no hay límites”

Hublot desembarca en México para operar directamente el mercado con nuevo equipo en el headquarter de LVMH.

Ricardo Guadalupe, el CEO de Hublot, regresa a México en un momento crucial para la firma. “Es un mercado muy fuerte para Hublot desde el principio y el lanzamiento del Big Bang en 2005. Trabajamos con Rick de la Croix durante 17 años y fue un éxito. Ha sido una historia fantástica e increíble y ahora comienza otra historia. Hemos decidido manejar este mercado directamente. Queremos continuar con el éxito permanente y tener mucha calidad. Tenemos un equipo fuerte aquí y la sociedad Hublot México que nos representa con Lucía Calderón como directora de la marca y David Tedeschi, director regional de Latinamérica y Caribe. Hublot loves México y México loves Hublot”, comentaba Ricardo Guadalupe.

La potente masterpiece de estes año de Hublot: MP-13 Tourbillon Bi-Axis Retrograde.

Es un día especial para la firma, que comenzaba con un desayuno en casa Gilardi, continuaba con un cocktail en la noche, y se prolonga con la inauguración de la nueva boutique de la firma en Guadalajara. “México supone el 50% del mercado LATAM para Hublot, es nuestro mercado principal en esta región”, asegura Ricardo Guadalupe.

Hublot loves México

—Nuevo equipo en México. ¿Cambia mucho trabajar con un distribuidor a tomar el mercado directamente?
—Hay un cambio porque estamos más enfocados en lo que sucede en el mercado. Cuando trabajas con un distribuidor, tienes confianza y le dejas trabajar con su equipo y tomar decisiones en comunicación, apertura de puntos de venta… Ahora tomamos nosotros ese control y hacemos un poco cambios y evolución para trabajar en el mercado. Queremos más calidad que cantidad. Y el acercamiento con el mercado es diferente cuando lo hace el distribuidor. Podemos tomar decisiones para invertir más por la marca, si queremos. Hublot está posicionado y queremos permanecer en ese casi podium de las marcas fuertes de nuestra industria en México para el futuro. No podemos doblar las cifras en tres años, pero queremos mantener nuestra posición fuerte.

—¿Qué pasos darán ahora?
—Queremos demostrar que somos una marca de referencia en la industria en general y en México. A nivel de distribución estamos bien, pero es un objetivo importante abrir una “flagship” en Masaryk. Y seguir trabajando con nuestros “partners” históricos como Berger y Emwa. Abrimos una boutique importante en Andares, Guadalajara. Empezamos con pequeñas boutiques y ahora vamos con boutiques más importantes para demostrar que la marca es fuerte. La boutique de Guadalajara es un diseño impresionante, impactante, y eso es lo que queremos.

—¿Vendrán a SIAR con ediciones especiales como siempre?
—Veremos ediciones especiales para el SIAR. Hacemos ediciones especiales para México y otros países, como Japón. Gusta mucho a nuestros clientes tener ediciones específicas dedicadas al país. En México hay una fuerte identificación, el mexicano ama a su país. Se da también a través del futbol, somos patrocinadores de la Federación Mexicana de Futbol. Con ellos queremos traer al SIAR algo particular.

La colección Square Bang Unico crece con nuevos materiales y versiones con piedras preciosas.

Edad de oro

—¿Vivimos la edad de oro de la relojería? Récord de exportaciones de relojes suizos con 24,8 billones de francos el pasado año. 
—Nos ha sorprendido que la relojería mecánica tenga tanto éxito. Llegó el Covid, 2012 fue buen año y el 2022 fue año récord. Vemos una nueva clientela joven que busca el reloj mecánico que llegan, por ejemplo, del mundo de las “criptos” y del “tech” y se han hecho ricos en muy poco tiempo y son miles de ellos. Y vemos que los jóvenes están interesados en tener un producto particular que no sea solamente un “Apple watch”. Es bueno para nuestra industria.

—¿Y por qué cree que el reloj es ahora más conocido y codiciado, más buscado que nunca como producto de lujo?
—La comunicación ha sido fundamental con las redes, en particular. Hoy en día haces un lanzamiento de un reloj y todo el mundo lo tiene en un segundo. Antes había que hacer la presentación en Basilea, los periodistas hacían artículos y luego llegaba a la gente en meses. La parte digital lo ha acelerado y ha cambiado toda nuestra forma de comunicación. Ha ayudado a dar más acceso a los jóvenes, en particular, para conocer la relojería mecánica.

—¿Cómo ha cambiado el diálogo de Hublot con el mundo exterior?
—Antes teníamos nuestros retailers que representaban a la marca y ellos tenían el contacto con el consumidor final. Ahora nosotros también somos retailers porque tenemos 128 boutiques en el mundo. La mitad es nuestra, la mitad en franquicia. Pero tenemos más acceso al cliente, por ejemplo, nuestra garantía electrónica. Y el cliente puede formar parte de los “hublotistas”, los fans de Hublot. Tenemos una base de 200,000 clientes finales con quien nos podemos comunicar, hace quince años era cero. Por ello, hoy el cliente final está en el centro de nuestra estrategia para trabajar con él en el futuro.

Múltiples universos: Big Bang Unico Golf, la nueva interpretación de Orlinski y la colaboración con Sorai, respectivamente de izquierda a derecha.

El liderazgo de Ricardo Guadalupe

Ricardo Guadalupe, CEO de Hublot, en Casa Gilardi, diseño de Barragán en CDMX.

—Hublot no se puede refugiar en el vintage ni en el pasado, es una marca joven e inventaron la “postrelojería” con el arte de la fusión más allá de las categorías pilot, scuba diving, racing… ¿a qué retos se enfrentan?
—Cada marca que tiene éxito tiene un reloj icónico. Patek con Nautilus, Rolex con Oyster, AP con el Royal Oak… Y tienes que tener un modelo icónico, para nosotros es el Big Bang. Sobre él trabajamos y consolidamos nuestro éxito. Pero un reloj también tiene éxito hoy a nivel de diseño y hemos trabajado los relojes de forma, como el tonneau del Spirit of Big Bang y el cuadrado del Square. Tener uno, dos pilares o líneas es importante para Hublot. Tenemos que seguir hablando sobre “el arte de la fusión” y de que somos manufactura verticalizada.

—Sí han regresado al pasado con el Classic Fusion, el origen.
—No es una réplica del original, sino una inspiración. Y lo hemos revisitado ahora con cerámica, que antes no existía. Lo ciclos son de 15 o 20 años más o menos. Tras el Big Bang en 2005, después de estos años, podemos regresar a nuestras raíces. Hay una tendencia de relojes más modernos, pero también es elegante y puro y puede haber una clientela que llegue a Hublot a través de un Classic Fusion Original. Creo que tenemos una colección abierta donde puedes tener clientes con piezas más elegantes o algo más fuerte y diferente. Este año hemos lanzado el Big Bang Tourbillon Automatic Yellow Neon Saxem. El reloj es un accesorio de lujo donde la gente quiere representarse y tener un color específico. Te pones unos Nike fluorescente, o una camiseta así. Claro que no es para todo el mundo. La gente busca estos “match” con un auto también, un rojo con un Ferrari rojo o en amarillo igualmente. Sobre todo, las mujeres llevan un reloj, joyas y una bolsa con lo cuales quieren hacer estos juegos, y el reloj es un accesorio de lujo que no sólo da la hora. ¿Por qué no acabar luego haciendo un Classic Fusion en zafiro también?

—Se han roto barreras en la comunicación y también en el producto. El cliente es más abierto para recibir relojes de diversos materiales, colores, diseños… ¿“El arte de la fusión” también ha evolucionado?
—El reloj mecánico ya no es útil hoy porque la hora la tenemos todos en el teléfono o en el reloj conectado. Tenemos que traer algo diferente. Para Hublot, la primera fusión fue poner un brazalete de caucho con un reloj de oro amarillo en 1980. Eso era la fusión en aquella época. Actualmente, hemos evolucionado gracias a nuestra manufactura. Cuando empezamos en el 2005 con el lanzamiento del Big Bang, no teníamos manufactura. Nos ha tomado quince años montar una manufactura donde tenemos departamentos de investigación y desarrollo, de diseño, desarrollos de movimientos… Ha evolucionado, somos más grandes y la manufactura integrada nos permite sacar los nuevos movimientos y materiales como la cerámica de color, los zafiros de color y transparentes.

Nuevo Hublot Big Bang Unico Nespresso Origin 42 mm

El arte de la fusión en evolución

—¿Están ampliando su manufactura?
—Vamos a construir un nuevo edificio para 2026 y vamos a integrar más la producción en lo que respecta a la tecnología. Para las cajas de base o los brazaletes, siempre tendremos proveedores. Lo que queremos es tener más know-how sobre los movimientos, la cerámica y el zafiro. Producir relojes en zafiro es muy complicado. Y nosotros estamos en 400 o 500 relojes por año de zafiro.

—Nos ha dado los pilares del arte de la fusión. ¿Y cuál es el límite?
—Para Hublot no hay límites, queremos siempre sorprender. Es un reto y para hacerlo hay que trabajar mucho en investigación y desarrollo, trabajamos con la Universidad de Lausanne y nuestros ingenieros, financiamos investigación sobre los materiales, aleaciones de nuevos materiales también… Es una búsqueda permanente y tengo 30 o 40 proyectos que luego unos se hacen y otros, no. Es siempre poder sorprender y por eso invertimos mucho en esta área. Tenemos un laboratorio donde investigamos mucho sobre el zafiro y la cerámica. Creo que somos de las pocas marcas que tienen esto. Un color nuevo para el zafiro toma tres años. Y tenemos nuevos colores que llegarán los próximos años. Investigamos aleaciones de cerámica y metal también. Ahí está el Magic Gold desde hace unos años e investigamos con el platino también.

—Los diamantes sintéticos cobra impulso ahora por la conciencia sustentable. ¿Cómo ves este tipo de diamantes, se puede romper el tabú en el sector relojero?
—Hay que ver el nivel de la tecnología del diamante sintético. Si la relojería suiza tiene que pasar al diamante sintético, sería imposible porque no hay producción. Prácticamente el 99% no es sintético, la producción es muy pequeña. La tecnología es complicada y hacen falta máquinas, energía… No tengo las pruebas, pero se dice que producir un diamante sintético produce más polución porque hay que utilizar mucha energía y electricidad para producir una piedra. He estado interesado, pero hoy en día es imposible con la oferta de producción. No tenemos acceso y, por ejemplo, no podemos hacerlos tipo baguette. No existe la cantidad, calidad ni la precisión que queremos. El negocio del diamante sintético se hace sobre grandes piedras.


La creación más reciente de Hublot con Maxime Plescia-Büchi, el sello de Sang Bleu

Sorprender siempre

—¿Cuáles serán los nuevos universos que puede abrir Hublot?
—Lo llamamos Hublot Exploration. Tenemos toda la parte de sustentabilidad y protección del planeta. Sorai, la pieza con Nesspreso con un acercamiento diferente de reciclado. Tenemos la expedición en la Antártica con Polar Pod y otro proyecto que trabajamos sobre el espacio y el cielo. En cada elemento de la tierra, mar y aire tener una de estas alianzas importantes. El consumidor quiere saber qué hace la marca para el planeta. No podemos hacerlo todo, pero queremos seguir con estos proyectos importantes relacionados con la Tierra.

—En el presente, ¿le interesa ya más al cliente las formas y no el fondo?, ¿los diseños antes que la función de un tourbillon o un calendario perpetuo?
—Sí, por eso nosotros queremos tomar ventaja en la parte mecánica y esto toma mucho tiempo. Por ejemplo, un tourbillon lo hemos hecho automático con el rotor a las 12 h y es diferente del tradicional. Y hacemos que el movimiento forme parte del diseño del reloj, un espectáculo donde trae algo diferente, esto es muy importante. Tenemos que hacerlo para diferenciarnos. Y a nivel de diseño, tenemos las colaboraciones con el arte. Cuando hacemos un reloj Murakami, pues es una obra del arte de Murakami y el arte de Hublot. También Orlinski, Sang Bleu… La gente quiere tener una pieza de arte que tenga valor percibido en la pulsera. Y en esto hemos innovado porque no hacemos un Picasso y le ponemos solo la foto. El artista interviene el reloj. Por eso no hacemos alianza con muchos. Solo queremos artistas con los que podamos fusionar su arte en un reloj. Hemos firmado con Daniel Arsham, un artista de NewYork también trabajamos con Samuel Ross. Tenemos que avanzar siempre y la llave del éxito futuro de Hublot es continuar sorprendiendo. Este año tenemos nuestra Masterpiece MP-13 y llegarán otras nuevas interpretaciones mecánicas en el futuro.

—Siempre nos lamentamos de que ya está todo inventado, también en relojería.
—Está todo inventado, pero se puede traer algo nuevo. Antes el reloj pesado era el reloj de lujo, hoy en día, el reloj de lujo es ligero. Hay tendencias donde también vamos trabajando.

Big Bang Integrated Time Only de oro.

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MANUEL MARTÍNEZ

Director editorial

Me gusta encontrar y contar historias, desde hace 15 años con la relojería, el estilo de vida y el lujo como telón de fondo. Las revistas siguen siendo mi debilidad, así que en Tiempo de…

Alma Delia Pacheco

Directora comercial relojes

Heredé el gusto por los relojes desde niña y profesionalmente por el diseño. Desde hace 21 años estoy en este fascinante sector relojero, trabajando de la mano junto con las marcas haciendo estrategias comerciales y de marketing.

KEVIN GONZÁLEZ

Diseñador digital y multimedia

Geek millennial, amante de la tecnología. Ing. en comunicación multimedia, llevo los relojes mecánicos a la dimensión digital. Siempre al tanto de las tendencias tecnológicas.

LESLIE LÓPEZ

Director editorial

Lector antes que editor. Planté un limonero y escribí un libro. Espíritu deportivo para templar el ánimo. Ldo. en Filosofía (Univ. de Sevilla) y Máster de Periodismo (Complutense de Madrid).

CARLOS ALONSO

Director general

Los contenidos en evolución son su razón de ser sin que importe el soporte. “La vida y la relojería, donde se ha especializado por más de 30 años, no son nada sin contenido”. Después de que los soportes hayan vivido una revolución tecnológica es momento de volver a defender el buen periodismo como una necesidad general.

ANDRÉS MORENO

Redactor

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.
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