La firma De Bethune prosigue en su aventura de crear una relojería ajena a las directrices del mercado. Lo podemos comprobar en el interesante DW5 Empreinte, pieza única surgida de la colaboración con la diseñadora Clara Martin, encuadrada dentro de la colección Maestri’Art.
Más que un reloj al uso, el DW5 Empreinte es la puesta en práctica de las investigaciones realizadas por la citada Clara Martin sobre las propiedades materiales y simbólicas del negro. Estos estudios permitieron a Martin ganar hace dos años el primer premio organizado por De Bethune para jóvenes artistas, organizado en colaboración con la escuela ECAL de Lausana. Es la segunda vez en las últimas semanas que aparece en Tiempo de Relojes el nombre de esta prestigiosa institución de diseño. Sin duda se está convirtiendo en la mejor cantera de nuevos creadores para la relojería del futuro.
Pero volvamos al DW5 Empreinte. Las diferentes acepciones que tiene el término francés empreinte sirve a sus creadores para explicar a dónde han querido llegar con su materialización. El empreinte hace referencia a la técnica de estampación que se ha usado en la fabricación de la caja, pero también podemos referirnos a los trazos que componen su superficie e incluso a la firma que todo artista imprime a su obra. Un endiablado juego de palabras para describir el proceso de transformación del titanio azul a un nuevo estado natural en negro al combinar diferentes procesos de recubrimiento en vacío, oxidación natural y tratamiento con fuentes de calor. Un largo proceso artesanal en el que han contado con la ayuda del grabador Michèle Rothen y que ha dado como resultado un reloj de aspecto único, mágico y de raíces telúricas.
El reloj convertido en obra artística
En una creación como el DW5 Empreinte parece secundario hablar del apartado técnico; algo que puede sonar un tanto sacrílego tratándose de una pieza De Bethune. En realidad, la relación entre el concepto ideado por Clara Martin y el Dream Watch 5 (DW5) como máquina relojera es más profunda de lo que parece. Al fin y al cabo, el DW5 huye de la imagen del reloj tradicional y apuesta por una visión heterodoxa tanto de la forma como del modo de leer la hora.
Creado en 2014, el Dream Watch 5 supuso la culminación del proyecto De Bethune en la ampliación de los campos creativos de la relojería. Su peculiar forma le ha servido para asentarse en el catálogo de la firma ginebrina como base de trabajo de sus propuestas artísticas más originales. Es el caso de la versión de meteorito azulado presentada en el SIHH 2016, la espectacular edición Maestri’art inspirada en la onírica obra del dibujante belga François Schuiten o la catrina Cempasúchil inspirada en la obra de José Guadalupe Posada que se presentó en el SIAR del año pasado. Todas ellas piezas únicas.
El tiempo sin agujas
La indicación horaria se compone de dos discos giratorios. El de la hora se desplaza mediante saltos, mientras los minutos muestra un movimiento continuo. La información se completa con el característico indicador tridimensional de fases de luna en forma de esfera de acero con paladio y tratamiento azulado. Este elemento, patentado por De Bethune en 2004, es el mejor ejemplo del empeño de la marca por ofrecer a sus clientes algo diferente en el mercado; como queda patente en este DW5 Empreinte. De su funcionamiento se encarga un calibre de carga manual con 320 componentes. Entre otros detalles técnicos exclusivos de la firma encontramos el volante de titanio patentado y su espiral de curva plana, ambos patentados por la propia De Bethune. Pueden verse a través de la pequeña ventana circular de zafiro que cubre el fondo de la caja.
Según informa en De Bethune, del DW5 Empreinte se realizará un solo ejemplar, con un precio que no ha sido revelado por la propia firma. Esta naturaleza de pieza única confirma que estamos más cerca de una obra de arte que de un reloj al uso. Está claro que De Bethune es una de las pocas firmas del mercado con capacidad suficiente para sorprender al coleccionista más exigente.
FICHA TÉCNICA
DE BETHUNE DW5 EMPREINTE