Las radiaciones positivas del Blancpain Fifty Fathoms

Durante años fue uno de los Fifty Fathoms históricos más buscados por los coleccionistas. Vuelve a la actualidad con su llamativa carátula vintage.
El Fifty Fathoms es un testigo privilegiado de la historia de los relojes de buceo.

Sébastian Vivas, director del museo de Audemars Piguet, dice que cada reloj es un libro que nos descubre la historia de cuando fue hecho. El Blancpain Fifty Fathoms es un buen ejemplo de esta teoría. Desarrollado para los submarinistas de élite del ejército francés en 1953, el Fifty Fathoms ha tenido una larga vida siempre relacionada con el mundo militar. Muchos fueron los soldados, tanto norteamericanos como europeos, que tuvieron una variante de este reloj entre los artículos básicos de su equipo. Blancpain ha aprovechado este enorme legado para ir entregándonos versiones más o menos fieles de aquellos modelos de uso exclusivo militar.

Luminoso y, por suerte, no radiactivo.

El más reciente es este Tribute to Fifty Fathoms No Rad, el cual hace referencia a un momento muy preciso de la historia de la colección. Fue en los 60 cuando Blancpain comenzó a desechar el radio como material luminiscente de los indicadores y agujas de sus carátulas. Aunque brillante, este material era altamente radioactivo y ponía en peligro la salud de sus usuarios. La firma decidió anunciar esta sustitución con un símbolo especial donde se tachaba la señal de radiactividad. Piezas de colección muy codiciadas, Blancpain volvió a recuperar el emblema No Rad en 2010 y 11 años más tarde lo recrea con una nueva versión. Mucho más acertada en nuestra opinión.

Llamativo y con historia

Por supuesto, el emblema No Rad es el principal gancho de esta nueva edición especial. Sabemos que estamos ante un reloj especial solo con verla. Es muy llamativa, pero también cuenta un momento esencial de la historia de Blancpain. El acierto de los diseñadores de la casa ha sido acompañar el emblema de numerosos guiños a la evolución del Fifty Fathoms, ya sea la alternancia de las formas geométricas de los índices o el acabado en blanco del marco de la ventana de fecha, algo característico de los antiguos modelos de los anos sesenta. El estilo vintage se completa con un material luminiscente en acabado crudo que simula el deterioro que estos elementos sufren con el paso del tiempo. 

Realizada en acero, su diámetro es perfecto para cualquier tamaño de muñeca.

El diámetro de este Tribute es de 40.3 milímetros, una medida que Blancpain reserva para las más reciente ediciones limitadas de los Fifty Fathoms. En comparación, la versión previa No Rad se iba hasta los 45 milímetros. Más allá de mantener una mayor fidelidad con el modelo original, este nuevo (y más pequeño) tamaño de caja mejora bastante la ergonomía y comodidad del reloj. La caja es de acero, elección lógica al ser el mismo material usado en el modelo original. No falta tampoco un detalle tan característico en la saga Fifty Fathoms como es el bisel giratorio con inserto de zafiro

Un largo fin de semana

Pocas novedades en cuestión técnica. Su calibre 1151 es el mismo que ya hemos visto en otras ediciones especiales de la colección como el Commitment III o el Barakuda. Es un movimiento sencillo de tres agujas con indicación de fecha. Sencillo, aunque no básico: la inclusión de un doble barrilete de carga le otorga una reserva de marcha de nada menos que cuatro días. No incluye indicador, ni en frontal ni el reverso. Un pequeño inconveniente que se explica por la necesidad de no romper con la estética original del modelo. Simplemente saber que podemos dejar el reloj sin usar el viernes por la noche y el lunes por la mañana seguirá funcionando perfectamente. Desarrollado y fabricado por la propia Blancpain, el 1151 es visible a través del fondo transparente de la caja

La apertura de su rotor está pensada para que el movimiento soporte golpes externos.

La correa mantiene la estética vintage del conjunto. Está realizada en caucho tipo Tropic en recuerdo a los modelos usados por los primeros Blancpain Fifty Fathoms. Es cómoda, muy flexible y, por supuesto, perfecta para meterse con el reloj en el mar. Blancpain repite el número de ejemplares que componen la edición limitada que ya tuvo el primer No Rad. Son 500 piezas para todo el mundo, todas ellas numeradas individualmente según aparece grabado en el fondo de la caja. El precio recomendado es de 14,100 USD, el mismo que tiene el mencionado Barakuda y ligeramente inferior al modelo estándar Fifty Fathoms de 45 milímetros. Una estupenda oportunidad para disfrutar de la historia de Blancpain y, por extensión, de los inicios de la relojería submarina. 

Andrés Moreno

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.

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