Fisiología mecánica visceral

Nueva esfera convexa de cuarzo rojo en forma de hélice. Bovet Récital 26 Brainstorm® Chapter One adopta el color rojo. La pieza más sorprendente de la firma el pasado año vuelve a la pasarela de la alta relojería. En esta nueva versión, la transparencia de la icónica caja atril en zafiro revela los secretos de la bella fisiología mecánica más visceral: el vivo rojo de un corazón al aire. El pulso de Pascal Raffy está más vivo que nunca desde que en el 2018 se hiciera con el “Aiguille d’Or” en el Gran Premio de Relojería de Ginebra.

El complejo calibre del Bovet Récital 26 Brainstorm® Chapter One.

Recordemos que Chapter One alude a la imaginación de Raffy para explorar las posibilidades de la caja con forma de atril de la histórica marca suiza. Y Brainstorm®, a las soluciones colectivas del equipo de relojeros de Bovet para el desarrollo de un guardatiempo sofisticado con propuestas técnicas sumamente ingeniosas. Brainstorm® Chapter One es una edición limitada a 60 movimientos y únicamente 10 piezas presentan la esfera de cuarzo rojo. La mayor complicación de este Brainstorm® es la fase lunar hemisférica a las 12 horas. Además, presenta funciones de horas, minutos, contador de segundos en el tourbillon, gran fecha e indicador de una reserva de marcha de diez días. Un movimiento de carga manual con calibre 17DM04-SMP muy complejo que presenta tres patentes: sistema de carga esférica, tren tridimensional con engranaje múltiple y un tourbillon volante con doble cara.

La seducción del color rojo.

El movimiento está regulado por este dispositivo antigravedad lanzado en 2015, pero renovado con un balancín de inercia variable y cronometría mejorada por la espiral tradicional. La cúpula pronunciada de cuarzo rojo y todo el calibre exhibe su construcción sucesiva en capas. Es una arquitectura escalonada de planos inclinados. Una construcción atípica que está fijada al fondo del reloj, no al interior de la carrura como suele ser habitual.

Bovet Récital 26 Brainstorm® Chapter One seduce con una caja de zafiro con asas y fondo de titanio en formado dimier con correa de aligátor. Una pieza que luce espectacular con sus 48 mm de diámetro. Detalles exquisitos como la jaula de titanio dorado del tourbillon -dos días de trabajo solo para la decoración artesanal-. Indicación de reserva de marcha mediante leva ascendente ubicada a las 4 h. Y fase lunar de un realismo bello y funcional con dos láminas circulares de aventurina. Ingenieros, maestros relojeros, decoradores y especialistas en cajas al unísono. Todo un equipo mecánico para este auténtico performance de fisiología avanzada.

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