La nueva vida del TAG Heuer Aquaracer Professional 300

Ya lo anunció Frédéric Arnault en la presentación de la edición limitada realizada con Bamford el pasado mes de noviembre: este modelo sería el último Aquaracer que veríamos con la actual forma. De este modo, el jovencísimo CEO de TAG Heuer ya avisaba de forma velada la que sería la gran novedad de la marca para este 2021. Un movimiento de lo más lógico: si 2019 fue el año del Monaco y 2020 del Carrera, era de esperar que más pronto que tarde le llegara el turno del TAG Heuer Aquaracer Professional 300.  

Y aquí lo tenemos ya entre nosotros. La primera impresión: ni rastro de revolución estética. El reloj ha cambiado al completo respecto al modelo que ya conocíamos, pero se ha mantenido íntegra la personalidad del reloj. De hecho, todos los cambios realizados parten de los orígenes de la colección. Percibimos un respecto absoluto al ADN del Aquaracer, como vemos en los guiños al primer modelo de submarinismo de la firma, el Heuer Ref. 844, lanzado en 1978 y predecesor de la mítica serie 2000. 

Las seis reglas

Mucho más evidente es la referencia a las famosas 6 Reglas que definieron el cambio de imagen de TAG Heuer en los años noventa. Seguro que muchos aficionados aún las recuerdan. Según este lema, todos los modelos de buceo de la nueva TAG Heuer debían cumplir los siguientes requisitos: tener un bisel giratorio unidireccional, corona atornillada, hermeticidad de al menos 200 metros, indicadores luminosos, cristal de zafiro y cierre doble de seguridad. Si citamos ahora de nuevo estas seis reglas es porque todas ellas han sido tenidas en cuenta a la hora de desarrollar el Aquaracer Professional 300.

El cambio más importante lo encontramos en el bisel. Mantiene la forma dodecágona característica de la colección, aunque incorpora ahora un estriado en su lateral que mejora mucho su manejo. También se ha corregido su sistema de funcionamiento interno para lograr un desplazamiento más suave y con un sonido más agradable. 

Mejoras en la carátula

La discreción de los cambios se mantiene en la carátula. Los diseñadores han querido mantener la esencia del Aquaracer, un reloj definido por sus creadores como “una herramienta profesional de lujo”. Esta doble naturaleza sigue presente en su última evolución. Hay muchas, aunque pequeñas, modificaciones. Las más evidentes es la nueva forma de los índices horarios, octogonales en lugar de rectangulares, y el cambio de posición de la ventana de fecha. Esta aparece ahora junto al índice de las 6 horas.

Esta decisión responde a la estrategia general de TAG Heuer para todos sus modelos: solo hay que ver las carátulas de los Carrera, Monaco y Autavia para confirmarlo. También encontramos cambios en la forma de las agujas, el realce interior de la carátula e incluso la disposición de los logotipos. Como decimos, una gran cantidad de cambios que, sin embargo, no alteran la personalidad del reloj. 

Brazalete adaptable

Antes hablábamos de las 6 Reglas que TAG Heuer que TAG Heuer introdujo en los años noventa y cómo éstas volvían a aplicarse en la nueva generación Aquaracer. Y es verdad: incluso el cristal de zafiro y el brazalete también han recibido su correspondiente puesta al día. En cuanto al cristal, hay que destacar la original solución que han ideado para la lectura de la ventana de fecha. Las anteriores versiones del Aquaracer incluían una lupa de aumento para mejorar su lectura. Esta característica protuberancia ha sido ahora eliminada al moverse la lente de aumento a la cara interior del cristal. Una idea genial que garantiza una cómoda visión de la fecha a la vez que no rompemos la forma lisa del cristal.

El brazalete también ha recibido una importante mejora. Ahora incorpora un sistema de ajuste fino que permite modificar su longitud en 15 milímetros sin necesidad de tener que quitarse el reloj

La nueva generación Aquaracer Professional 300 ha centrado sus cambios en los elementos exteriores del reloj. El apartado mecánico se mantiene intacto. Esta primera versión automática (suponemos que en el futuro vendrán los modelos con cronógrafo) vienen equipados con el contrastado Calibre 5, todo un clásico en el catálogo de la firma. Una decisión sin duda amparada por el interés de contener el precio final de las referencias.

Acero o titanio

La presentación del Aquaracer Professional 300 se ha hecho a lo grande, como corresponde a un modelo de tanto tirón comercial. Las referencias presentadas hacen un total de siete. Todas están fabricadas en acero, a excepción de un modelo. Se trata de una versión en titanio, material muy habitual en las líneas de relojes de submarinismo. Este modelo se distingue del resto por el acabado verde de su bisel de cerámica y carátula. Sin duda será uno de los modelos preferidos de los seguidores de la marca. 

El Aquaracer es un reloj deportivo, pero no exclusivamente masculino. La versión estándar de 43 milímetros se completa con los modelos femeninos de 36 milímetros, también equipados con el Calibre 5 de carga automática. Aparte de su tamaño, estos modelos femeninos se distinguen por el dibujo de su carátula: un relieve ondulado que recuerda a las olas del mar en lugar del longitudinal que caracteriza a las versiones masculinas. 

Los nuevos Aquaracer llegarán a las tiendas en junio, aunque TAG Heuer ya ha anunciado que la colección se ampliará con una edición limitada inspirada en el citado Heuer Ref. 844. Eso sí, tendremos que esperar al próximo mes de septiembre para poder tenerla en nuestras manos. 

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