Es mucho más que un nuevo tono de esfera. Chopard Alpine Eagle se viste con esfera verde por primera vez, en apoyo a la Fundación Alpine Eagle, cuyos programas ya han permitido reintroducir el pigardo (águilas más grandes de Europa) en la cuenca del lago Leman.
Los matices importan mucho. Y la paleta de colores de la esfera del Apine Eagle de Chopard es un compendio de benévolas acciones. Al azul aletsch, gris bernina o negro absolu, se suma el “verde pino”, un color inédito en la colección. El verde pino se inspira en la paleta de los colores naturales que componen la belleza del mundo alpino. Evoca el manto de la vegetación verde grisácea de los bosques que cubren la montaña cuando la nieve se derrite durante el verano.
Sport-elegant exitoso
El nuevo color está disponible tanto para la versión en acero (Lucent Steel A223) como en oro rosa ético en caja de 41 mm. La esfera texturizada del Alpine Eagle sigue evocando el ojo del águila. Monta el calibre de manufactura Chopard 01.01-C con certificado COSC con funciones de horas, minutos, segundero central y fecha —un disco verde a juego con la esfera a las 4.30 h—. Un diseño elegante y legible gracias a los índices rodiados o dorados y a las agujas cubiertas de Super-LumiNova® Grado X1.
Una colección sport-elegant muy sólida y versátil que reinterpretó el reloj St. Moritz y ha ganado protagonismo en Chopard. Poderosa inspiración en la naturaleza con una caja redonda y laterales en relieve estilizados; una corona grabada con la rosa de los vientos; bisel con ocho tornillos funcionales indexados y brazalete metálico integrado. Actualmente, en Alpine Eagle encontramos versión cronógrafo, tourbillon volante y una pieza con calibre de alta frecuencia, además de versiones con diamantes en diámetro menor.
Y llega un nuevo modelo Alpine Eagle en caja de 33 mm. Complemento de las piezas ya existentes en 44, 41 y 36 mm, esta nueva medida se va a declinar en seis referencias realizadas en Lucent Steel A223 y en oro ético rosa de 18 quilates, o incluso en opciones bimetálicas que juegan con dos materiales, y se completan con unas esferas cuyos colores están inspirados en la naturaleza alpina. Como todos los modelos de la colección, se equipan con el movimiento Chopard 09-01.C desarrollado y manufacturados in house.
Fundación Alpine Eagle
La Fundación Alpine Eagle, puesta en marcha por Karl-Friedrich Scheufele, Jacques-Olivier Travers y Ronald Menzel durante el lanzamiento de la colección de relojes en 2019, ya llevó a cabo su primera gran conquista más visible. El pasado 18 de junio se soltó con gran éxito el primero de los aguiluchos de una nidada de cuatro tras haber pasado 81 días en el nido de sus padres. Gracias a la financiación de la Fundación Alpine Eagle, el parque de animales “Aigles du Léman”, creado en Sciez en Haute-Savoie (Francia) por el cetrero Jacques-Olivier Travers, trabaja en la reintroducción del pigardo en las llanuras de la cuenca del lago Lemán, que ha sido durante mucho tiempo el hábitat natural de esta especie.
“Como yo mismo me refugio en los placeres del senderismo y el esquí, aprecio la calma de las montañas, que favorecen la inspiración, la reflexión y el sosiego”, asegura Karl-Friedrich Scheufele. “La protección de este medioambiente es fundamental para nosotros y estoy muy orgulloso de que la belleza de nuestros relojes Alpine Eagle rinda homenaje a la naturaleza que los ha inspirado y permita financiar acciones concretas para proteger este frágil ecosistema”.