La diva de Bvlgari es un pavo real

Que Bulgari es un maestro de la estética y el refinamiento no es nada nuevo. Cada año esperamos sus propuestas de métier d’arts con una mezcla de curiosidad y admiración. Este año, el pavo real protagoniza los tres relojes de Bulgari Divas’ Dream Peacock. Una colección que nos ha dejado como esperábamos: gratamente sorprendidos por la manera en que fusionan arte, estética y mecánica.

Un balance perfecto entre complicaciones y decoración que pudimos ver en los lanzamientos de LVMH Watch Week.

Los tres relojes son exquisitos y exuberantes, pero sin rayar en el exceso obsceno. Cada uno de ellos con una interpretación particular del ave más coqueta y seductora. Tres opciones que van de la abstracción al figurativismo para sugerir que los sueños se pueden atrapar en una esfera.

Glamour espiritual

Tres oficios artísticos logran elevar de nuevo a Bulgari al Olimpo artístico. Marquetería, pintura en miniatura y champlevé hacen posible la magia. Una forma de glamour espiritual, que fusiona estilo italiano y audacia suiza.

Divas’ Dream Peacock Dischi, el ave abstracta

Bulgari utiliza la marquetería de plumas de pavo real natural para decorar la esfera. Una técnica recuperada en los años 70 por la casa romana pero que ya se hacía en el Renacimiento. En total, la carátula cuenta con 24 plumas naturales tratadas a mano, con un círculo central que representa completamente el “ojo” de la pluma de pavo real.

Las plumas deben seleccionarse cuidadosamente entre casi 500 opciones. Los artesanos buscan sobre todo las de mayor color, textura y armonía. Una vez escogida, cada pluma debe pasar sobre una máquina de vapor de latón antiguo, que revela su brillo natural. El proceso meticuloso continúa: se recortan, pegan y ensamblan para crear el acabado de mosaico sedoso y reflectante del reloj.

El círculo perfecto

Pero no es la selección de plumas más bellas lo que da sentido al guardatiempo. El mecanismo que le da vida es el broche de oro. Late con el movimiento automático “dischi” BVL 308, una exquisita solución técnica basada en la rotación de dos discos que indican horas y minutos a través de un diamante redondo. Una solución que envuelve a esta pieza en un halo encantador y magnético.

La caja está envuelta en ambos extremos por dos piezas en forma de abanico que se conectan a una correa de cocodrilo con una tonalidad azul profundo. La palabra es im-pac-tan-te.

Divas’ Dream Peacock Diamonds, la naturaleza figurativa

Ahora tomemos aire, antes de embelesarnos con otro de los relojes con motivo pavo real. El Síndrome de Stendhal puede apoderarse de nosotros, pero mantengamos la calma y sobre todo la habilidad de la contemplación.

Ave rodeada de diamantes

En este modelo, Bulgari reproduce el pavo real sobre un fondo de madreperla. En este caso, el artesano ha usado la técnica champlevé. El dibujo se ha dividido en espacios verdes y azules que imitan los mosaicos típicos romanos que Bulgari tantas veces ha llevado a sus joyas.

Cada esfera requiere 20 horas para aplicar los 14 colores que completan la decoración. Para hacer el contorno del ave, los artesanos usaron la técnica champlevé, que remonta a la Edad Media y permite grabar material para aplicar pintura en miniatura, esmalte y marquetería. Los tonos de la esfera están coronados con diamantes, lo que da un efecto espectacular. Lo ilumina un espectacular brazalete en forma de abanico engastado en diamantes. Funciona con el movimiento automático Calibre BVL 191.

Divas´Dream Peacok Tourbillon Lumière, el tourbillon de la ‘dolce vita’

En esta pieza convergen estética y mecánica de altos vuelos. Su esfera esqueletada está decorada con con marquetería de plumas naturales y diamantes con engaste tipo nieve. Resalta sobre todo el tourbillon que funciona con el calibre BVL 208.

Cada carátula necesita seis semanas para completarse. Para que la sorpresa sea mutua es necesario que conozcas el proceso: la esfera de oro primero debe cortarse con láser utilizando una técnica de cloisonné para dejar espacio a las plumas de pavo real.

Solo se usa la parte iridiscente y es un desafío encontrar la forma perfecta: el 80% de las esferas se rechazan hasta hallar las diez mejores y que conforman la edición limitada de 10 piezas.

Texto: Yolanda Ruiz

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