Una gran historia de cine 

Blancpain Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 3 cierra con Grande Finale en Cannes el cumpleaños del perfecto reloj de buceo

Podría ser un “biopic” o una gran película. Son inexistentes los largometrajes del género relojero en la gran pantalla, pero aquí tenemos una de las grandes historias del reloj de buceo: Betty Fiechter, la primera mujer que fue CEO en la relojería suiza, y que puso dinero de su bolsillo para rescatar una empresa en difícil situación económica. El galán, Jean-Jacques Fiechter, codirector de la firma comandada por su tía y pionero de un deporte de alto riesgo desconocido, buceando en la costa azul afiliado al club Alpin Sous-Marin, fundado por tres suizos en Cannes. El esfuerzo e ingenio para no perder el nombre de una de las más ilustres históricas firmas en Suiza, tras las rigurosas leyes que impedían mantenerlo, si ya no había miembros de la familia fundadora en la compañía… Acción, drama, parajes de ensueño y el nacimiento del Fifty Fathoms. Ya saben que el reloj obtuvo gran repercusión cuando Jacques-Yves Costeau y su tripulación lo usaron durante el rodaje del documental “El mundo del silencio”, que lograría la Palma de Oro en Cannes en 1956. ¿Ven que esto es cine auténtico?

La bella Cannes

“Bienvenido a la bella Cannes, un lugar que ocupa un lugar especial en la historia del Fifty Fathoms”, reconocía Marc Hayek en la carta de bienvenida. El tercer acto de celebración del 70ª aniversario del Fifty Fathoms tuvo lugar en las mismas aguas donde nació el reloj más icónico de Blancpain, un verdadero bautismo del buceo recreativo moderno. En el mar de la costa francesa, Fiechter comenzó a bucear en los 50 y, tras casi perder la vida en una inmersión al quedarse sin aire, comenzó a desarrollar el Fifty Fathoms para medir los tiempos de forma más precisa bajo el agua. “Más que un reloj, era un instrumento, fue un pionero y desarrollaron algo que no existía antes”, comentaba Hayek en el lanzamiento de la tercera novedad del año en el castillo de la isla Santa Margarita, una antigua fortaleza frente a Cannes.

El espectacular atardecer auguraba el “Grande Finale” de un aniversario exitoso. Sin duda, un epílogo especial al que no faltaron invitados como Lionel a Marca, CEO de Breguet, y Raynald Aeschlimann, CEO de Omega, y que congregó a más de 250 invitados de todo el mundo entre periodistas, retailers y coleccionistas de la firma. Hayek rememoró su llegada a la marca en 2003 y el relanzamiento del Fifty Fathoms. El “regressus ad uterum” de la historia del Fifty Fathoms nos condujo al nacimiento del que Blancpain llama “el primer reloj moderno de buceo” de la historia, y que se convirtió en arquetipo fundamental por los altos estándares que ninguna otra marca logró superar en aquellos años de inicio y desarrollo del buceo como actividad deportiva. Un desafío que comenzó con los primeros prototipos en 1952 y la colaboración fundamental con Robert Maloubier y Claude Riffaud, los militares que estaban al frente del cuerpo de élite de buceo de la Marina francesa y buscaban un reloj para sus misiones. El primer modelo se presentó oficialmente en 1953 y se convertiría a la postre en la pieza de los buzos de combate de las principales Armadas de la época (Francia, Alemania, Estados Unidos y Noruega, por nombrar algunas).

Patentes sólidas

A la izquierda, el nuevo Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 3, y el MIL SPEC en la vitrina de la derecha.

La colaboración con la US Navy fue fundamental. Sus rigurosas pruebas para testar los relojes fueron únicamente superadas por Blancpain frente a otras firmas como Rolex o Bulova. A las tres patentes que la firma aportó —el papel fundamental del bisel unidireccional con sistema de bloqueo, la corona sellada con aro de protección y otro aro de protección en el fondo de la caja—, sumaría el disco interior de protección antigmanética y una hermeticidad que creció desde los 50 pies iniciales —91,44 metros— hasta los 1,000 pies —casi 300 m— en esos mismos años. Como medida adicional, Fiecther desarrolló una pastilla de hermeticidad de seguridad en la esfera para indicar al buzo que el reloj no había sufrido daños durante una misión anterior en la que lo portara otro submarinista. Esta pastilla de hermeticidad, que se incorporó en 1957 a la esfera de los relojes MIL-SPEC, era una de las especificaciones de la Marina de Estados Unidos, determinó que este modelo era el único en cumplir todos los estrictos requisitos exigidos para sus misiones submarinas. El tercer acto del 70º aniversario del Fifty Fathoms le rinde homenaje. “Es la pieza vintage más respetuosa que Blancpain ha realizado en su historia”, nos comentaba Marc Junod, vicepresidente de ventas de Blancpain, uno de los mejores conocedores de la historia de la marca.

El nuevo Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 3 está fabricado en oro bronce de 9 quilates —material usado antes por Omega, patente de Swatch Group— y mide 41.3 mm de diámetro. Su calibre 1154.P2 automático aporta 100 horas de reserva de marcha. Una edición limitada de 555 piezas donde se mantiene el icónico bisel del reloj cristal. Para mí es el rasgo fundamental del Fifty Fathoms, y está fabricado en cristal de zafiro, algo que es difícil de lograr”, comentaba Marc Hayek. 

Este Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 3 luce correa nato y un cristal de zafiro abombado muy pronunciado. A diferencia de la versión de época, el corazón del Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 3 puede contemplarse a través de un fondo de cristal de zafiro, gracias a una espiral antimagnética que permite disponer de un fondo transparente sin renunciar a la resistencia al magnetismo. Se observan sus puentes agrandados y adornados con una decoración inspirada en la original. La masa oscilante presenta una geometría que alude al rotor histórico, con una abertura destinada a hacerlo más flexible y más resistente a los golpes. Su acabado en espiral evoca su movimiento giratorio. El grabado del logotipo de época, que deja traslucir el oro de 18 quilates, concluye su evidente aureola vintage. Aquí celebramos las más significativas historias y milagros de la relojería suiza. Tres capítulos para una buena serie o película.

Blancpain Ocean Commitment

“Esto es mi pasión”, aseguraba Marc Hayek sobre su relación con el oceáno y el papel de la Blancpain Ocean Commitment. Antes del lanzamiento del nuevo reloj, hubo una conferencia de prensa con la presencia de los principales actores aliados en esta iniciativa impulsada por Blancpain: Laurent Ballesta, fundador de Gombessa Expeditions; Drew Richardson, CEO de PADI; y Andrew Sharpless, CEO de Oceana y Charles Goddard, director editorial de The Economist Impact Editorial y World Ocean Summit. “No solo explorar la belleza del océano, sino también traer más iniciativas para crear políticas y sumar a cada persona en la protección del océano, es el momento”, comentaba Hayek.

Marc Hayek con Laurent Ballesta.

Blancpain Ocean Commitment es una iniciativa que desarrolla diversos programas y campañas a nivel global para la exploración y protección del medio ambiente, como el proyecto realizado en Alacranes con el equipo de Oceana en México, o el Mokarran Protection Society para la protección del Gran tiburón martillo en la Polinesia francesa, o Gombessa Expeditions. “Gombesa celebra este ahora su décimo aniversario y serán al menos otros diez años más”, confirmó Hayek sobre uno de los proyectos más consolidados de investigación científica. “Esto no es marketing, si el pez en bonito o feo, Hayek me pregunta cómo es el pez, a qué profundida lo viste, si hay muchos…”, comentaba Laurent Ballesta, líder de Gombessa Expeditions. “No hay conservación sin conocimiento. Es inmenso el conocimiento que aporta el océano, un pez nuevo cada días, esto no sucede con especies nuevas ni en los bosques del Amazonia. Necesitamos el océano para alimentarnos, respirar, etc., y está lleno de misterios y necisitamos la ciencia y compartir el conocimiento”.  

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