Emerge la última generación del Blancpain Fifty Fathoms
Dos modelos en titanio y oro rosa con nuevo diámetro de 42.3 mm, calibre 1315 automático y retoques de diseño sutil
Nueva vida para el Blancpain Fifty Fathoms Automatique, que presenta dos modelos en titanio y oro rojo con nuevo diámetro de 42.3 mm y el calibre 1315 automático. La segunda vida y verdadero renacimiento del Fifty Fathoms de Blancpain tuvo lugar en 2003, cuando Marc A. Hayek, CEO de Blancpain, recuperó la pieza para conmemorar el 50ª aniversario del icónico reloj de buceo. Entonces, presentaba la misma esfera y los mismos números e índices luminiscentes de gran tamaño que el diseño original de 1953. El Fifty Fathoms volvió a elaborarse con acero inoxidable, pero aquella versión de 2003 presentaba caja atornillada, corona a rosca y un grueso cristal de zafiro que alcanzaba una mayor hermeticidad hasta 300 metros bajo el agua—el equivalente a unas 165 brazas o “fathoms”, en inglés—. Posteriormente en 2007, el legendario diver se lanzaba en caja de 45 mm y con el calibre 1315 que ahora se convertido en corazón esencial de pieza más conocida de la histórica manufactura que nació en el municipio de Villeret en 1735. Ahora emerge la última generación de la gran criatura abisal.
El poder del abismo azul
Nec literas nec natare (“ni tienen cultura ni saben nadar”), así describían los romanos a los mal educados. El buceo eleva el grado de dificultad ligeramente como uno de los mejores ejemplos para ilustrar el valor que puede alcanzar el progreso sin deshumanizar valores esenciales de nuestra cultura humanista. Y aquí se citan disciplinas como el conocimiento básico de la física para adentrarse en el medio acuático —entre ellos, el principio de Arquímedes o la ley de Boyle-Mariotte—, la curiosidad científica por avanzar en el conocimiento y la protección de los océanos —biología marina esencial—, así como la actividad deportiva necesaria para la inmersión en el abismo azul. “Mens sana in corpore sano” reza la sentencia clásica. Todo buzo es, por tanto, un caso paradigmático de hombre civilizado.
Y así encontramos ahora aún mayor refinamiento en esta última generación del Blancpain Fifty Fathoms. El precedente directo lo vimos el año pasado en el Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 1, el primer reloj que celebró el 70º aniversario en una caja de 42 mm en edición limitada. El nuevo Fifty Fathoms que se suma a la colección regular conserva las mismas proporciones equilibradas, pero hay pequeños detalles que se han actualizado para esta nueva caja de 42.3 mm —también con menor grosor de 14.3 mm, frente a los 15.4 mm de los modelos previos—. Estos dos nuevos modelos del Blancpain Fifty Fathoms se presentan en elegante oro rojo y una versión más deportiva en titanio G23 —sólida aleación ligera, más resistente e hipoalergénica de titanio grado 23—.
Clásico y eterno
Blancpain Fifty Fathoms opta por lo colores clásicos azul y negro en las esferas, pero se ha reforzado el tratamiento antirreflejos del cristal de zafiro tipo “glassbox” tanto en la parte interna como externa para una perfecta visualización. La carátula luce el acabado con rayos de sol, pero se ha depurado con una redefinición estética a un solo nivel más limpio. Además, ahora los índices facetados en oro agrandan ligeramente su relieve y la manecilla de los segundos crece sutilmente. La luminiscencia, por otra parte, también se ha potenciado con Superluminova en manecillas, índices y marcas del bisel. Y justamente aquí es donde se da una mejora técnica sustancial: el bisel unidireccional, quizá el elemento más diferenciador del Fifty Fathoms por su construcción única en zafiro, presenta un ajuste más preciso en virtud de un sistema giratorio con un trinquete de rodamientos de cerámica que permite girarse con 120 clicks. Funcionalidad y legibilidad como valores clásicos y eternos para un “diver” de plena confianza.
Calibre 1315 automático
La firma mantiene el calibre 1315 adaptado a este nuevo integrante de la colección Automatique con las funciones de horas, minutos y ventana de fecha entres las 4 y 5 h. Un movimiento fabricado y ensamblado en la manufactura con las prestaciones que ofrece la espiral de silicio. Es de carga automática y cuenta con la poderosa reserva de marcha de 120 horas gracias a sus tres barriletes montados en serie. A nivel estético, sí hay un visible rediseño de la masa oscilante. El rotor recupera la silueta del calibre del Blancpain Fifty Fathoms original de 1953 y luce un acabado en color gris antracita gracias al tratamiento galvánico donde contrastan los bordes de oro rojo. Gracias al fondo visible, ahora podemos disfrutar de todos los detalles de uno de los mecanismos históricos de Blancpain. Para una buena sujeción de la muñeca en una inmersión, el reloj puede vestir el brazalete de titanio para la versión en este material, pero el nuevo Fifty Fathoms puede usar la correa de tela de vela o el caucho texturizado con motivo “Tropic” y cierre desplegable.
