Omega presenta su Speedmaster más exclusivo

¿Un Speedmaster por encima de 80,000 dólares? En Omega creen que su reloj más mítico bien lo merece, siempre que sea en una edición tan especial como esta.

Siempre han dicho que madrugar es un hábito saludable y aquí esta Omega para demostrárnoslo. La firma de Swatch Group ha estado rápida a la hora de mostrarnos la primera de sus novedades del año. Un primer plato de lo más especial, pensado para unos pocos afortunados. 

Nos referimos a la reciente edición especial de su mítico Speedmaster. Cada nueva versión que nos llega del famoso reloj lunar tiene algo especial. En el caso del Speedmaster Calibre 321 Canopus Gold estamos hablando de tres rasgos diferenciadores. El primero de ellos es su inspiración en la versión conocida como CK2915-1. Los coleccionistas más fieles de Omega reconocerán esta referencia como la primera lanzada del Speedmaster en 1957, doce años de su triunfal alunizaje. Siempre es necesario recordar que el Speedmaster no nació como reloj espacial. La intención de Omega fue crear un cronógrafo pensado para los aficionados a las carreras automovilísticas, razón por la cual equipo este reloj con una escala taquimétrica grabada en el bisel de su caja de acero. Fue el primer cronógrafo del mercado es lucir un bisel taquimétrico

El nuevo Calibre 321 Canopus Gold acompañado del mítico CK2915-1, el primer Speedmaster que salió al mercado en 1957 y en cuyas formas se inspira.

Las primitivas formas del CK2915-1 son fácilmente reconocibles en el Speedmaster Calibre 321 Canopus Gold. A diferencia del Speedmaster tradicional, su caja es simétrica y ligeramente más pequeña. El diámetro apenas es de 38.6 milímetros, aunque el reloj luce más grande en la muñeca. Quizás sea porque, poco a poco, nos estamos acostumbrando a ver reloj cada vez más pequeños. Otro aspecto que no pasa desapercibido es el gran tamaño de su aguja horaria. Este aspecto fue la razón por la cual el CK2915 fuera conocido entre los aficionados con el nombre de Broad Arrow, apelativo que llega hasta nuestros días. Hay multitud de elementos más, aunque su descubrimiento lo dejamos como entretenimiento para los aficionados más experimentados del Speedmaster. 

Un movimiento mítico

El segundo elemento reseñable es su mecanismo. El calibre 321 fue el primero que incorporó la saga Speedmaster. El movimiento fue construido en su momento por Lemania y empleado en el Speedmaster desde 1957 hasta mediados de 1968. Fue en ese momento cuando Omega decidió cambiarlo por el 861, un movimiento fabricado por la misma casa, con una construcción y mantenimiento más sencillos. El paso de los años ha convertido al calibre 321 en un icono más para los seguidores del Speedmaster. La demanda del público llevó a la firma a recuperarlo hace tres años con motivo del 50º aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Fue en una exclusiva versión realizada en platino, hoy ya descatalogada.

Más tarde fue el turno del más asequible Speedmaster en acero, preludio de la versión actualizada del calibre 3861, la versión moderna del mencionado 861, ya equipada con calibre de escape Co-Axial y certificado METAS. Al Speedmaster Calibre 321 de acero se le conoce con el sobrenombre de Ed White y, desde su lanzamiento hace ahora dos años, ya se ha convertido en una hot piece del catálogo de Omega. 

El fondo transparente nos permite ver con todo detalle el legendario calibre 321, recientemente recuperado por Omega.

El Speedmaster Calibre 321 Canopus Gold es la referencia más moderna que conocemos con este renacido calibre. Solo hay que observar a través del fondo transparente de la caja para entender el magnífico trabajo de relojería arqueológica que Omega ha realizado en la recuperación de este movimiento. Todo un placer para los amantes de los cronógrafos clásicos. 

El más brillante

La última característica especial de esta edición es su material de fabricación. Hace años que Omega apuesta por las aleaciones exclusivas de oro, una tendencia cada vez más común en la Alta Relojería. Primero fue su versión del oro rosa, bautizada como Sedna, para dar paso a la versión de oro blanco. El nombre elegido en esta ocasión en Canopus, la estrella más brillante del firmamento. Su elección nos da una buena idea de la cualidad más importante de esta aleación. Realizada con oro, platino, paladio y rodio, el Canopus Gold dota al reloj de un acabado mucho más brillante que el oro blanco tradicional. No es la primera vez que Omega emplea esta variedad del oro en su Speedmaster. Ya conocíamos la versión lanzada en este material con motivo de la presentación del calibre 3861, acompañada de una carátula plateada. 

La carátula de ónice aporta un grado adicional de exclusividad al nuevo Calibre 321 Canopus Gold.

Un color que no repite en esta nueva versión con el Calibre 321. En esta ocasión se ha optado por el habitual negro, aunque con una importante característica que confirma el carácter especial de la edición. El habitual lacado negro ha sido sustituido para la ocasión por una carátula fabricada enteramente en ónice negro. El disco se completa con unos índices aplicados de oro blanco, mucho más lujosos que los originales en relieve luminiscente. Si repite un precioso logotipo vintage, similar al usado en los primeros Speedmaster

No limitado, pero muy exclusivo. 

A pesar de su estatus especial, el Speedmaster Calibre 321 Canopus Gold, no parece comercializarse en edición limitada. Esta decisión que ya tomó Omega en su última edición Snoopy Award y que parece estar indicada para evitar la especulación que comienzan a sufrir todas las referencias de la colección Speedmaster. No obstante, el reloj viene bien acompañado en su presentación. Cada pieza se entrega en una caja de madera, inspirada en las cajas originales usadas por Omega en los primeros ejemplares del Speedmaster que fueron fabricados en 1957. 

El estuche de madera que se entrega con el Speedmaster Calibre 321 Canopus Gold recuerda a los originales de la colección.

Que no sea limitado no significa que el Speedmaster Calibre 321 Canopus Gold no sea exclusivo. Lo es, y mucho. De hecho, se sitúa entre las referencias más caras que ha lanzado Omega de su famoso reloj en los últimos años. Aunque la pieza no ha llegado aún a sus boutiques, la firma ya ha anunciado un precio de 81,000 dólares. Para hacernos una idea, el mencionado Moonwatch Professional Co‑Axial Master Chronometer en Canopus Gold tiene un precio de 45,300 dólares. La diferencia más importante entre ambas referencias es el uso del calibre 321 en el primer caso y el nuevo 3861 en el segundo. ¿Razón suficiente para un salto tan marcado del precio? Esta será la pregunta que tengan que responder los aficionados. En nuestro caso, nos queda claro la voluntad de Omega por elevar aún más el prestigio de su Speedmaster. 

Ficha tecnica

FICHA TÉCNICA

OMEGA SPEEDMASTER CALIBRE 321 CANOPUS GOLD

    
Movimiento:
   
Calibre 321 de carga manual y 55 horas de reserva de marcha.
   
Función:
   
Horas, minutos, segundos y cronógrafo.
   
Caja:
   
Canopus Gold 38.6 mm. Fondo transparente. Hermeticidad 60 m.
   
Carátula:
   
Ónice negro con índices aplicados de oro blanco.
   
Correa:
   
Canopus Gold con cierre desplegable y ajustable.
   
Precio:
   
81,000 USD
Artículo anterior

EP68: Los premiados del GPHG

Siguiente artículo

H. Moser & cie, una firma pequeña pero matona

Notas relacionadas
Leer más

El genio torcido de HYT Watches

La firma de la hora fluida culmina la celebración de sus diez años de existencia con el que posiblemente sea su reloj más complejo. De la mano de Eric Coudray han logrado desarrollar este modelo de tourbillon inclinado y una sorpresa muy especial.

MANUEL MARTÍNEZ

Director editorial

Me gusta encontrar y contar historias, desde hace 15 años con la relojería, el estilo de vida y el lujo como telón de fondo. Las revistas siguen siendo mi debilidad, así que en Tiempo de…

Alma Delia Pacheco

Directora comercial relojes

Heredé el gusto por los relojes desde niña y profesionalmente por el diseño. Desde hace 21 años estoy en este fascinante sector relojero, trabajando de la mano junto con las marcas haciendo estrategias comerciales y de marketing.

KEVIN GONZÁLEZ

Diseñador digital y multimedia

Geek millennial, amante de la tecnología. Ing. en comunicación multimedia, llevo los relojes mecánicos a la dimensión digital. Siempre al tanto de las tendencias tecnológicas.

LESLIE LÓPEZ

Director editorial

Lector antes que editor. Planté un limonero y escribí un libro. Espíritu deportivo para templar el ánimo. Ldo. en Filosofía (Univ. de Sevilla) y Máster de Periodismo (Complutense de Madrid).

CARLOS ALONSO

Director general

Los contenidos en evolución son su razón de ser sin que importe el soporte. “La vida y la relojería, donde se ha especializado por más de 30 años, no son nada sin contenido”. Después de que los soportes hayan vivido una revolución tecnológica es momento de volver a defender el buen periodismo como una necesidad general.

ANDRÉS MORENO

Redactor

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.
Total
0
Share